Fénix 21, [88-183]
,d anonadamiento de los. mas firmes V autol'j~~<los convenios ?Y :Gn torrnal'i~ con:' la u ustraciou del día ésa larga ,mee.x,lstencía que h~; se supone;1 llUe!it:o consen;,\" ,'flltO, como l :J.ue lrlenhlicado, por algu– na. simpaüa magwa,. cOlllf·, ."las generaCIOnes que nos precediéron ··ts legitln:arafnl ra fixar le destinos de sus innumerables descendien= 'S¿ (f') i Ah ~ la coutiucnciajle nuestras voluntades en la de un padre evaricador, jamas ~c cornpnhenderá; empero se cree porque la han dado oráculo- que no eng'añan y estos mismos oráculos sebera- han sancionadc.rrse código inmutable que da la ley oí los Iezis– óres } somete asu observancia los xefes del género hUlllano~ y ¡esplritll de lt.s seguras máxtmas que en él se dietan, reclama la stencia de una fuerza tutelar, que elevandose rcontra los insolentes -.fueros del pode¡', y vengando la i€?nominia de la naturaleza rein– ,re di. hombre en el goze de derechos usurpados , y les vueÍva. el ~y precioso arbitrio sobre su suerte i 01 y euancierto es que del en mismo, eterno é invariable de. la providencia divina, se deri– ~ ~i,[lcontestable verdad de aquelaxioma, antesproscri{lto y carga– de anatemas,~o qu,l3 debe servir de glosa a los códigos sociales de que la injusticia y el fanatismo han perdido su imperio so: lo~ privilegios dela.razon. INSUItRECCION,ES .EL MAS SANTO OE LOS DEBERES. ( Se continuara.) l': ¿ lo que era justo y bueno en la Península no podia serlo'por la sna razon en la América] -¿ En la América? ¡Oh! ¡ que blof/emia! 'IJ .biEn. Si esta no se llama la lCJJ del embudo, se llamara la de AlJui– Iltden, jura neget sibi nata, ., ~ihil non tltroget armis. Laa especulaciones de la metafi,slca tambie11 M luz"" heeh» ser-- '11 desesperado partido del. despotismo. Para jit8tijtcar el a6surd() (te. la manifestacion actualtle 1tI1fJstras voluntadtlldeba encadenar la$ ítestros descendientes, se dice que estos ratijicandesde ahora «9"e– :9011 un consentimiento qu'c llaman presunto, !J hacen consistir en. el ma de que todo hombre se supone que conviene en aquello que le -eea. Proposicion verdadera; 'mas que. no solo nofaoorece el inten– ~tecido ~ sino que hace suuier una. ~o,'Il8ecuenc!a directamente con– Ul. Ha!J en la moral y en la polztzcQ., del mzsmo modo que en la a, ciertos primeros priHcipios sobre,los que es forzoso que .se' hallen t de acuerdo, sin necesidad de examen. Que se ¡wegunte ti cualquie– ué virtudes tiene el juego,!J 1'cspondera al instant~, quemar j;. alum- Que igualmente se le pregunte, si quiere mas bien ser esclavo que j .,,_ n'b vacila1'a un puntp en decidirse por la independen:cia ¿Por lues se supone que nuestra posteridad comentira en ser ellC/'¡¡'WI r le reirla de la insensante» de los janáticos predecesore,• • \l. PROTECTOR DELALIBERTAD DELPERU ODA. .l.trtta pr@ libertate corripuit, Flor• 1ú que pulsando la armoniosa lira, éroes cantas que la tierra admira , Haz que por tu influencia. ogre subir conraudo vuelo> á mí baxen desde el alto cíele .TIol nuwell y cadencia. • • Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.21, 1971
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