Fénix 21, [88-183]
que elescandaíoso Mm j de la: Penín8u11t l'Speclltaba sohre ~I .. tra sallgre, y. sa~rificabh sil misma uaeiou [1 HU interez ( g). n:; te modo, la tiranía masrefinada quena acallar .la1l )' ustns I'.. ia d A ,. d do m '. ~ b - . q '~J!'l e menea: ~ este mo 01l'\~hesta. a. laEspllll~ sus id;~8 libcralc!'l. EstO! eran los pnmeros. en.~Yos de su regeneraclOll política tan dl'canta– da,: estos los preludios de las ventajas que nos prometía en el tlUe. orden de cosas. AlertaplIe?los infelices, que estais aun ocupa.. por las a1'1l1l\S de esosyl1~ esclavos del terrorisll'lo: alerta: su ad es. aun !nas temible, que.Iosiinpotentes esfuerzos de sil furia. Cualesquiera qye sean los títt,Jos que el americano ha here- I '. ~O de sus mayores y d~ l~ .misma jiaturaleza , ellos están iden.. e,ados con los de, 10.8: pnmítivos indí'grnas ,por medio de sus en. ,¿ es; yde lo~ vínculos mas ,estrechos: del mismo modo que los espa– olesson dueños de la Peninsula , que los Godos sus progenitores t)~ uistaron de los moros ,con quienes se reunieron despu~, } for- n con ellos una sola nacion, La España, la 'misma Españ.a au– ó los derechos de su emancipacion i la América;derecbo~ que .Iltilmente ahora quiere anular. Cuando el sistema colonial fué ~Lo lido, cuando se proclamó la soberanía de los pueblos, entonces fue ~, la América como soberana, pudo disponer a su arbitrio de su . ¿ Pudo entonces la España derribar el trono (le sus legíti. yes , y no podia la .Américll derrocar el usurpado dominio, Y,.• ·sacu~ir. el, yugo de ,la tiranía' ml!;S injusta? ¿ Como podia discutir IIIl2 fueros en el congreso .de la Península .cuando en él los derechos ~.' •• veinte millones de habitantes eran, quasi nulos , y representados ql\lt,lfipor nada?¿ Cómo podian estos paises, separados por inmensas ~.de la! aIlügua metrópoli, formar un solo estado con ella? ¿ Có- '" ian ser parte de un imperio tan monstruoso, cuya pequeña no' guardaproporcion con'"la vasta extension de este emis– y cuya debilidad no le sirve de proteeeion ni defensa 1 (h, pafia ha proclamado la libertad, y a su -exemplo ha jurado "f\lérica su independencia.' AllítriunfarÓll$us valientes esfuer– g'l','ltqui sepultarémos de una vez alrnons,tmo de I~ tirania , y ~~emos al mundo entero, y a. la humanidad ultrajada. '.. , . Si ~l orgullo fuese capaz de. conocer á fondo, y sin preocu. ~nes sus intereses, la Españs, lejos de oponerse con impotcn.. ,erzos á la marcha rápida de nuestra feliz revolueiou , ella debería declarar a ,la faz. del ,mundo la justicia de nuestra _sa.:Tendria entonces l¡tglória di ser la medianera entre nues.. • 'dOÚlésticas diferencias." La" América debería c\ Sil generosidad lo .~6rnno, le puedenegar" po~ la fuerza; y sus hijos agr~decí,d~9 .~';.$ieúlpre sus mas 1E~;ies anugos. Pero~ pesar de.las u,feas J¡• ••8 que, YO, cinzlea aunconse,rva los viCJOS del antiguo sistema; . cida por cl~brilío del oro americano, aun duerme sobre las de su.poblacion y su industria. Si mas pesan. en su balan– .QAlbicio'l\, dediminar, y el monopolio mercantil" que no la ,epcia de ~ntos ,siglos; c~mpare su el!lplendo~ anuguo y. gra~: ando aun eran desonoclllas estas vastas regu)Des, con la I!U .te '. qüe experimenta en el dia, ¿ Qué ha sido de es#)S I,~. r1íft> innumerables tesoros, que en el transcurso do tantaiige. , 1) Véase el discurso del diputado Moreno duerra,' en~4¡; eorhl ~ "' .." 'as de 1820, ' Y c.scan.daltsen Se los ho.mbra,' senstb!e,'i . 'J.: Est~ sola ca~sa podia kab~"'. autorlza~o ame! (L. . emanciparee, V~"1i$, líIe publ~~lSt"íI {¡roltO I Pa1fnd( 1. "l. 16. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.21, 1971
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