Fénix 21, [88-183]

'it ta'bies bastaban p:"lra h;".'éT a los hrl1nÍ)r·f< íclices , y Sj,1s gobiernos es– tab les. . Se ve puc-, cuas peligrosa" ,')íl las pr<:ncupadones qnf' hacen considerar ind;.\li!¡tamente [as leyes adoptadas flor nuestros padn 's.co. · rno la re.,.:'!" ,ilv:.rÍ;¡bk de j¡l rO'1t1UI u acrual de los estados, L, au– tiguedad tiene ~a'l'i" rcchos >;obn: los hombres, que temerían hacerse sa<:'rí!e;y)" ap<ll!,,;:dose de sus instituciones. Al menor embarazo van co– mu '!!'¡¡Cll·:C 11 buscar el ren:lediú en las. leyes primitivas; y 1100.compre– hf1l~!en que ~lIJas 'eyes anterl()r~s a las clrCUnS¡:)ilCÍ'IS no pueden'iremed1at" los ¡nconve!l!cnk~ que eras CIrcunstancias han traído consigo. Debe la raz on actual corregir, mudar. 'V ::.!m destruir las institucio– nes antiguas, cuyos abusos y peligros é inuj"ilidad ha dado a conocer la ex per iencia. La mayor I?arte de las naciones europ('as estan en el dia tirani– zadas por unas le~e~ antiguas que luchan con S'I situacion actual y unos usos y costun,bre s . t~n injustas, Inventadas pu' gn·tes ;¡;,rk¡ras, subyugan todavía á pue hlos civilizados, Unas leyes militare-s .. he,("" ll',r ~ongllistadores s~'¡vnges~ esran aun en vig()r en paises pacifico>: )' '1'1,- ;.;tlL,,¡;;tpn'pór el co– mercio. Las leyes romanas son las reglas de varias naciones, ql1e nada tienen de corn un con la antigua Roma; pero i que digo! las leves, lasces– tumbres , los usos no son los mismos en las diferentes provincias de UQ' mismo estado: cada porcion de una misma esta gobernada por las re..: glasé¡ue le dieron monarcas antiguos, y en circunstancias que ya n~ ex ísten. . De esta mezcla abigarrada de leyes y de costumbres, resultaba en.. tre las naciones modernas una jurisprudencia tenebrosa , absurda, con. tradictoria s casi siempre en guerra contra la recta raz ou. Los tribuna;,. les mas ilusrrados, sujetos sin cesar á formas, usos, preocupacio~ y reglas desrazonables, no sabían cómo· pronunciar. En medio de ... caos de leyes ininteligibles, la equidad !JO sabia que partido tomlír.y decidia la casualidad. El ciudadano seria mas feliz no teniendo leyes y– dejandose guiar por el buen sentido natural , que no por una mÍ1It¡" tud de leyes que le impiden conocer sus derechos. Por estas causas, los~ cios vienen a ser arbitrarios lo justo y 10 injusto se confunde; y nada:~ fijr> en las decisiones delos tribunales. El juez se veía algunas veces fo~ do, en favor de la. ley y de la.forma, á renunciar á la equidad. De aq1oÍíi~ si.Itaban esas dilaciones, esas lentitudes interminables en los procesos deJo. ciudadanos, De, oraban, la sustancia del ciudadano, unos hombres des.tin_ dos á. mantenerle enla posecion de sus bienes , siendo la.presa de un bál_ de sangtlijuelas veraces , cuya unica ocúpacion era oscurecer Y<li:ffr~ zar-la verdad que se gloriaban de defender ó de poner enclar();,– familias desoladas por su rapacidad) mala fé o inl'apacidadi'l~.on't{~ ban la: ley,tomo·una plaga; y casi estamos tentados alguna'.vez 'de;;flrCl" ferir las-decisionea.arbitrarias )' prontasrde los paises mas despott(-, a la pretendida justicia que se obtiene ten muchas regi()nil~libr~'s·)i;':at;. vilizadas. Pretender cque las leyes antiguas no pueden ser abrogadas ,é''''' una pretencion tan absurda, comoexígir que los hombreshech~lsc_ 'ti4)flen sirviéndose de los vestidos de su infancia, ó dellJs fajas <;G ~~lle'estaban envueltos en la cuna. A medida que la vidll:sod~lse.}I}J ,-.,.-,.'Be perfecciona ó altera. deben mudarse sus reglas y susmaxu~ :t~mon debe en todo tiempo remediar lQs vicios de las leyes que JI'l8'}.Jt~~ei solo han sido. de la fuetza ó de la prcocupacion, Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.21, 1971

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