Fénix 21, [88-183]
No pretenderno. hacer ti l' '. d¡~ejratiott historien cronológica de. 1M coricordatos de la rortc de 1{O)( .. con la de Madrid, desde lacon– (]UJ"l:: hasta el presente j si h.tH nos rr-s. posible en 1 08 • éstrech~ ji. mises de un peri6dico. se verla que. en 'udos 105 nego~(Js relatIvosi la p::nérica, CGj¡ muy poca"'. excepctones , de nada se~~<.t~t~d.a tan; prolijamo.ue r ("mo de cubrir con un vejo ~~'gradola politft3;metro'l" politana.. :"\:" graQdes obj~tos ba.n sido siemp,:¡> hae.er~ :l:V~I};;¡je ut deber rCiigkso, y convertir la piedad de los z,¡ncH<:1I110$étt tl,flám'f,., na inagotable de riquezas" para fomentar los vicios d~ámbas cortes, Con estas miras abominables han promovido incesantemertte la funda", cien de (1¡ferelltes órdenes religiosas en los pueblos menos considera", bles de la América, sin que haya uno solo en que el clero Secular y ri."gular guarde proporción Con el uümcro de sus habitantes. Lé im– portaba muy poco á la corte de España , que la mayor parte de los escasos capitales que circulaban ensus colonias, se estancasen en las manos m uertas , con grave perjuicio de la prosperidad publica. Le er:t. "úiferente, él mas bien, estaba en sus intereses j se ;¡,¡mentasen :l<lS causas de la despoblación de Ámeríca , privando a la miserable in– dustria y al mezquino comercio de los americanos, de un gran nutriera <le brazos consagrados quizá sin vocadon a. U!l ministerio, cuya santi– dad ha hecho temblar a los mas dignos de .Jc;¡¡·Cristo. Entretanto, I~ E . Iid 1 ¡. . J' l ili " spaña vela cump 1 os os (,CslgnlOs de ''11 pn'¡~¡Lol, y a rm lela re I~ giosa que conocía el origen y ltis fines de su insrit ucion, trabajaba con Lelo en persuadir á los pueblos; que la autoridad del rey veniaq~ Dios J y que era revelarse contra el El erno , el concebir la. rilas lige":' . • "I,,'p la legitimidad del dominio español, •. ,.d,'di:';" impla, que supone la aprobacion de la injust de los españoles, necesitaba el apoyo de un gran número de err ',' que cncadenandose unoa-con xitros, á nada contribuian menos que.l ilustrar á los pueblos sobre .la santidad de la moral evangélica> y so... • bre los dogmas de nuestra religión. Al contrario J cimentaban 1:dgno,," rancia de los verdaderos deberes del hombre para Con Dios, pa~a. Sus semejantes y para consigo mismo .l.' anatematizando la' Iiberta '. pen$ilr y discurrir sobre las maxlmas político retigiosas,que los t ~ gO$ españoles, fieles dicípulos de RodrigcBorja , habían ingerido« el catecismo de los americanos• ....... - VENTA. La indepfflJ~t#.a de la CostajirtTUiJ1J-stí}téada .... ne treinta años hJ4PfU.. c~utdernoentf"': se . halla en tIe del Arzobispo. 'SU 'ptedo . Sl'e!ll~:ttsta.obra • ble mérito de estar llenªde prinCíffOs'luminóSOl r ! 13 ~au~ q\J.f: ~Q~en~ lá Afuéri ~pa.ra -su étüanci~clon LIMA: IMPRENTA D~ ltIO~ Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.21, 1971
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