Fénix 22, 168-230

EL MATERIAL VISUAL 179 Catalogación: Se proceerá a la elaboración de un código para uso del per– sonal, especificando reglas y dando instrucciones para la forma de archivo. Si el público tiene acceso a la colección sólo a través del catálogo, este se elaborará incluyendo los datos necesarios para que el interesado se oriente y halle con facilidad lo que busca. Para catalogar hay que ponerse en lugar del usuario, trabajando en forma práctica. Se definirá de antemano si se va a formar un catálogo general para los di– versos materiales o si cada uno irá en un catálogo individual, lo que esencial– mente depende de las necesidades del lector y de las finalidades de la colección. En caso de elegirse el catálogo unido se cuenta con la ventaja de que se ahorran referencias cruzadas. Resulta práctico asignar distintos colores a las fichas co– rrespondiente a cada material lo que facilita la consulta, si aún así las fichas de un material interfieren con las de otro, los más indicados serán catálogos in– dividuales auxiliados con referencias cruzadas de un material a otro: Diapositiva 2058 véase también Lámina 1322 Almacenamiento y archivo: Este aspecto se cuidará tratando de conservar el material en buen estado para evitar que se deteriore antes de tiempo. Con frecuencia se emplea el aire acondicionado pues la temperatura y humedad es– tables son vitales. Se recomienda una constante revisión y limpieza periódicas. Los muebles destinados a guardar el material son fabricados por firmas conocidas tales como Gaylord, Remington, Art Metal, etc. Generalmente se trata de muebles metálicos, casi siempre cerrados, con gavetas o divisiones adap– tables al tamaño de cada clase de material. Cuando se mandan hacer es más corriente usar madera. Equipo: Es un elemento importante para estas colecciones pues de él de– pende la correcta y adecuada consulta del material. Significará una inversión inicial grande además de los posteriores gastos de mantenimiento. El equipo siem– pre se conservará en perfectas condiciones porque en caso contrario se corre el riesgo de echar a perder el material que es muy delicado. Laboratorio fotográfico: Ante la interrogante de si la biblioteca debe tener su propio laboratorio fotográfico, es cierto que un pequeño laboratorio modesta– mente equipado no puede tener la misma eficacia que el de una empresa comercial especializada. Sin embargo, además de los gastos que hay que tomar en cuenta, exite la desventaja de tener que mandar el material fuera del local de la biblioteca con los riesgos de deterioro y de pérdida que lo acompañan y el tiempo mayor que requiere el trabajo. Si se cuenta con suficiente presupuesto para su instala– ción y mantenimiento, el laboratorio fotográfico no debe relegarse a algún rin- Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.22, 1972

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