Fénix 23, 5-57

COTEJO BIBLIOGRAFICO DE "LIDA" dios con quienes gastarlo no han de faltarnos! 10. -Dice bien, Lesmes; y es gracioso, capitan, que una muchacha os trabuque el seso hasta el punto de ha– cernos abandonar la mar, para correr en tierra peli– gros desconocidos para no– sotros. ¿La amais mucho? 11. -No, amigo mio- la odio -Cáspita! Entónces de– jadla en paz. -Es muy dulce la vengan– za, Juan Francisco. Uno de los bandidos se acercó en– tónces á ellos dejando per– cibir un leve sonido. 12. -¿Que hay? -Siento ruido. -Tienes buen oído, Le- brel; díjole el gefe dándole una palmadita en el hom– bro. A su escondite cada cual. 13. y el camino quedó solita– rio pareciendo que el bos– que era un abismo donde iban á sumerjirse los ban– didos. En efecto, una calesa se acercaba pausadamente re– pitiendo el éco el monóto– no sonido de las ruedas. -¿Qué hay, Lebrel? -Siento ruido, capitan. -A su escondite cada uno. 10. y el camino quedó solita– rio, pareciendo que el bos– que era un abismo donde iban á sumerjírse los ban– didos. 11. En efecto, una calesa se acercaba pausadamente, la que á una seña de Juan Francisco fue rodeada por los bandidos a la voz de - ¡Alto! 12. Un grito resonó en lo in– terior del carruaje, de donde sacó el capitan en brazos una mujer desma– yada. -jA caballo y á bordo! 13. El capitan dió el ejemplo colocando delante de la si– lla su lijera carga y la co– mitiva se dirijió hacia la Marbrava. 29 Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.23, 1974

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