Fénix 23, 71-127

FENIX Luego dice: "Igualmente el geógrafo Cosme Bueno, en 1746, al des– cribirnos la Provincia de Jauja, nos dice: 'Tiene un Cole– gio de Misioneros Apostólicos, Religiosos Franciscanos, con el título de Santa Rosa de Ocopa. Su destino es 1a conver– sión de los Indios infieles de las Montañas' " 20. Anteriormente ya reprodujimos el relato íntegro y la descrip– ción que hizo sobre Ocopa el naturalista Hipólito Ruiz, y lo bien impresionado que quedó del convento. En el siglo XX los visitantes al Convento han aumentado. El encanto y las impresiones producidas en ellas nos las han de– jado en tan preciosas páginas, que no nos resistimos de traer aquí algunas de ellas: Raúl Porras Barrenechea dice del convento: "El Convento misionero de Ocopa situado en un reman– so silencioso del valle del Mantaro, rodeado de eucaliptos y cipreses que cortejan sus torres blancas, es como una mila– grosa florescencia de cristianidad en los Andes del Perú en pleno siglo XX. Es el Monasterio Medieval con su fe intacta, con su ascetismo edificante, su piedad sencilla, la bondad transparente de sus frailes y el rumor de colmena que se agita dentro de sus muros de piedra, bajo la inspiración de sus campanas matutinas. Ocopa, como los más ilustres monasterios del medievo es no sólo una inmensa casa de vir– tud y un huerto de oración, sino con el sentido universal de la catolicidad medieval un gran taller de obreros en todos los menesteres humanos, y también escuela de ciencia o de letras, amparada por una biblioteca de insigne sabidu– ría" 21. Leónidas Rivera dirá: "Vengo del Convento de Ocopa con el alma llena de emo– ciones y, en verdad, no experimento la necesidad de exterio- 20. BUENO, C., Geografía del Perú Virreinal (s. XVIII), publicado por D. Valcárcel, Lima, 1951, pág. 48. 21. PORRAS BARRENECHEA, R. "Los franciscanos en el Perú en la épo– ca colonial", en Revista Franciscana del Perú. Nos. 11, 12 Y 13. Lima 194445 pág. 15. 84 Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.23, 1974

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