Fénix 23, 71-127
LA BIBLIOTECA DE OCOPA rizarlas, aparte de que ello seríame poco menos que impo– sible. Me las guardo con egoísmo. Con el mismo egoísmo que me reservo las impresiones magníficas del valle del Manta– ro, en mañana esplendorosa, prodigio de luz y de sol, bajo un cielo lindísimo y una perspectiva de encanto. Maravilla de la naturaleza, a cuyo contacto el hombre siente la dicha inefable de vivir" 22. Aurelio Miró escribe bellamente: "Si Huancayo es la capital política del Departamento de Junín, Jauja el solar histórico, La Oroya y Cerro de Paseo los dos centros mineros y Tarma su entrada más definida a la Montaña, hay todavía otro lugar cuyo nombre ha logrado un prestigio y una difusión indiscutibles. En el valle del Mantaro, el Convento de Santa Rosa de Ocopa se eleva como un faro de luz espiritual de rayos más intensos y de más largo alcance que la riqueza y los desarrollos materia– les ... " 23. Manuel Seoane a su vez escribirá: "Los misioneros durante más de dos siglos, han prodiga– do enseñanzas, y verdades muchas veces bajo el signo hostil de los beneficiados y la persecución de autoridades íncom– prensivas, pero no desmayaron y vencieron. Porque ése es, al cabo, el ineluctable porvenir de todos quienes profesan ardorosa y desinteresadamente el evangelio de una fe" 24. y acabaré con las sugestivas palabras de Riva - Agüero: "Hace dieciocho años que visité Ocopa; su recuerdo alien– ta conmovedor en mi ánimo. Aún me parece que escucho el blando aletear de sus palomas y el argentino repicar de sus campanas. En el fresco y luminoso valle serrano entre arbo– ledas de alisos, quishuares y alcanfores y abundantes y lím– pidos manantiales, es como un ave mística, blanca y bien- 22. RIVERA, L. "Vengo de Ocopa" en Buen humor, Lima, 12-XI-1949. 23. MIRO QUESADA, A. Costa, Sierra y Montaña, 2a. serie, Lima, 1940, págs. 40·45. 24. SEOANE, M. La Tribuna, Lima 16-XII·1947, pág. 4. 85 Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.23, 1974
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