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136 FENIX ello, es muy difícil hacer una descripción integral de la biblioteca especiali– zada a nivel nacional. A pesar de ello voy a presentar un breve análisis que puede ilustrar el desarrollo actual de este tipo de biblioteca. Tomando en cuenta una reciente encuesta realizada con el objetivo de ela– borar un Directorio, se pudo observar que existen más de ochenta campos es– pecializados que van desde la astrofísica, contaminación amhiental, fotogra– metría, salud ocupacional, hasta los más tradicionales como derecho, economía, industria y medicina. Se llegó en esta encuesta a un levantamiento de datos de cien bibliotecas de las cuales el 58% fueron creadas entre 1960 y 1970; este grupo cuenta con una colección total de 384,073 volúmenes de libros y 18,817 títulos de re– vistas. Colaboran 89 bibliotecarios profesionales y 160 auxiliares. El 68%, además de los servicios comunes de lectura, préstamo y préstamo interbibliotecario, realiza servicios especiales de bibliografía, reprografía y otros. El 46% no permite el acceso de público ajeno a la institución y los sistemas de clasificación y tratamiento de materiales hibliográficos cubren toda la gama de sistemas conocidos y utilizados internacionalmente. Estas bibliotecas no funcionan mayormente relacionadas con la biblioteca especializada universitaria, principalmente porque no tienen administración, problemas ni usuarios comunes y tampoco existe localmente una organización que, como en otros países, agrupe a todas las bibliotecas especializadas. Pero aún así se puede distinguir tres campos dentro de los cuales ya se han fijado algunas metas comunes y existen problemas, planes y logros que des– tacar. Me estoy refiriendo específicamente a los campos agrícola, médico y socio– económico. Aunque en los tres casos hay una voluntad de unión y trabajo en común, la forma de agrupación, acciones y problemas varían totalmente. En el primer caso, se trata de los esfuerzos de la Biblioteca Agrícola Nacio· ual que centraliza una red de bibliotecas de las zonas agrarias formada prin– cipalmente por las universidades de Piura, Chiclayo y la Amazonia y todas las estaciones experimentales de Lima y provincias. Están trabajando desde 1972, año en que tuvieron una Primera Mesa Re– donda dentro del marco de la Asociación Peruana de Bibliotecarios Agrícolas que es filial de AIBDA (Asociación Interuacional de Bibliotecarios y Docu– mentalistas Agrícolas). Para 1975, están programando una segunda mesa re– donda en la que tratarán problemas específicos del campo. Uno de los mayores intereses de este grupo de bibliotecas es la adquisición cooperativa y los cursos de adiestramiento de personal auxiliar, ya que el nú– mero de bibliotecarios profesionales es reducido en esta especialidad. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.24-25, 1977

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