Fénix 24-25, 41-116
PALEO - BIBLIOTECAS Y ARCHIVOS PERUANOS 51 provincia, y poblarán en tal parte; y ansí C(\1110 yo aquí los tengo pintados y he– chos de piedras ansí han de salir de las fuentes y ríos, y cuevas y cerros, en las provincias que ansí os he dicho y nombrado; e iseis luego todos vosotros por esta parte (señalándolcs hacia donde el S(11, sale), dividiéndoles a cada uno por si y señalándoles el derecho que debía llevar" 21. Cristóbal de Molina hace la misma narración al respecto: " _.. haciendo de barro esta nación, pintándoles los trajes y vestidos que cada nno había de traer y tener, y los que habían de traer cabellos, con cabellos; y los que cortado, cortado el cabello dió la lengua que había dc hablar, y los cantos que ha– bían de cantar y las simientes y comidas que habían de sembrar, y acabado de pintar y hacer las dichas naciones y bultos de barro, díó ser y ánima a cada uno por sí, así a los hombres como las mujeres; y que por haber salido y empezado a multiplicar de estos lugares, haber sido de allí el principio de su linaje, hicieron huacos y adoratorios estos lugares, en memoria del primero de su linaje que de allí procedió y así cada nación se viste y trae el traje con que a su huaca vestían, y dicen que el primero que de aquel lugar nació, allí se volvía a convertir en piedras, otros en halcones y cóndores, y otros animales y aves; y así son de diferen– tes figuras las huacas que adoran y que usan" 22_ ¿Esto explicaría quizás las representaciones en textiles? También nos dice Mo– lina que el Hacedor Viracocha Pachayachachi hizo en Tiahuanaco "todas las gentes .. , diferencias de aves. .. manifestó a la gente los nombres y propio– dades que las aves y animales y demás sabandijas tenían" 23. Aunque se trate de una leyenda, es evidente la existencia de una simbología que llegó a tener un sentido de enseñanza y que fue conocida por todos los pobladores de esta cultura. En todas las grandes obras de piedra, en la Portada del Sol en 'I'iahuanaeo, en cerámica, textilería, metales y otros elementos de este tipo, encontramos una simbología en base a figuras antropomorfas, zoomorfas, fitomorfas, mito– lógicas y signos abstractos, geométricos, etc., que podrían ser la explicación de esta leyenda y otros mitos Tiahuanaquenses. Hablamos anteriormente de fonogramas recordando que en la escritura azte– ca se utilizaron signos determinados que significaban nombres de pueblos, ciudades e incluso personajes. Podemos considerar esta situación en el hecho que al hablar los antiguos en base a leyendas, el dios Viracocha les manifes– tó los nombres y propiedades de aves, animales y "demás sabandijas que te– nían". Ello hace pensar que éstos pudieron ser representados por signos ca– racterísticos, ya que estos motivos tuvieron un significado especial dentro de sus creencias religiosas. 21. Diez de Betanzos, J. Suma y narracum. de los incas. Lima, 1924. Cap. 1. 22. Cristóbal de Molina. Oh. eit , p . 8·9 . 23. Ob. cit. p. 12·15. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.24-25, 1977
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