Fénix 24-25, 41-116
PALEO - BIBLIOTECAS Y ARCHIVOS PERUANOS 55 2 . Piedras pintadas o grabadas, Sellos, Pesas de rueca [piruros y pushkas). Encontramos los primeros vestigios de piedras pintadas en la época del pre· cerámico. El Dr. Engel, hablando de sus hallazgos realizados en Santo Domin go en Paracas, nos dice que numerosas piedras pintadas "han aparecido en las casas del pueblo 514", del mencionado lugar 15. Estas piedras pueden asociarse perfectamente con las puntas de flechas de hueso que también llevan el mismo tipo de motivo, y que, generalmente, ade– más de rayas tienen otros signos. En nuestros dias se encuentran estos signos en tribus selváticas que no han desarrollado otra clase de escritura. Respecto a los sellos, éstos se usaron desde muy antiguo en Mesopotomia y en ellos se grababan signos jeroglíficos y más tarde alfabéticos. Fueron conocidos como sellos de propiedad y después se utilizaron para pintar figuras en diferentes lugares del cuerpo. En las regiones Mesoamericanas han aparecido miles de sellos usados, según lbarra Grasso, como pintaderas; sostiene este mismo autor que los signos de esos sellos pasaron a las llamadas "pesas de rueca" sin dificultad. A través de ésto el Dr. Ibarra sugiere una procedencia foránea de la escritura peruana cuando nos dice: "En América existen miles de sellos que se han usado como pintaderas, especialmente en Mesoamérica, y que contienen aceptados por todos, signos jeroglíficos; allí mismo esos signos pasaron a las pesas de rueca, que eran muy semejantes en su forma, y luego se difundieron con las pesas de rueca hasta lejanas regiones". "En Colombia existe bastantes pesas de ruecas con signos grabados, algunos de los cuales pueden tomar mucho valor; en la costa peruana, en la región de las antiguas culturas de Paracas y Nazca, las pesas de rueca grabadas se cuentan por miles, pero nadie las ha estudiado seriamente. En Santiago del Estero también las hay por miles, y una easualidad ha permitido ver en ellas signos alfabéticos y leer algunas palabras ... Pero desde ya y por nuestra parte, deeirnos que no nos extrañaría quc en las principales lenguas de cultura de la América indígena existan doeenas, sino cientos, de palabras procedentes de las antiguas lenguas semítieas, y también de otras del Mediterráneo oriental antiguo" 16. Con la Huaca la Luz (Chacra Ríos, Lima) el Seminario de Arqueología de la P. U. C. excavó todo un taller textil donde se trabajó desde la materia prima hasta la elaboración del tejido. Se trataba de un centro de producción especializado y probablemente su personal seria una etnia de tejedores. Tu– vieron un sistema de distribución del trabajo y llevaron una estadística de producción, a modo de unidad de computación, en base a conjuntos que lue– go contabilizaron en quipus. El funcionamiento de este control estadístico se basaría en conjuntos de símbolos. Estos símbolos aparecen en tejidos y otros elementos. Los piruros y pushkas (implementos del hilado) tienen símbolos incisos y pintados, predominan los de carácter geométrico pero tam- 15. Engel, Fréderic. Paracas '" Lima, 1966. p. 117. 16. Ibarra Grasso, Dick. Argentina indígena. Buenos Aires, 1967. p. 490. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.24-25, 1977
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