Fénix 24-25, 41-116

PALEO - BIBLIOTECAS Y ARCHIVOS PERUANOS 65 taciones también de pallares, además encontró en los huacos de la regiOn, bolsas de mensajeros conteniendo pallares, un punzón de cuarzo que sería el instrumento para hacer las incisiones y un polvo blanco para hacer más lcgi– bles las inscripciones 49. El estudio de Larco fue motivo de muchas pOSICiOnes y objeciones, pues se dijo que los indios del antigüo Perú tenían muchos juegos y ceremonias de carácter mágico en los cuales empleaban pallares de diversos colores. Según Garcilaso, existía un juego llamado "apaitalla"; el cual consistía en lanzar frijoles a cierta distancia. Bernabé Cobo señala dos juegos comunes que eran el "túncara" y el "tacamaeo", con frijoles coloreados como si fueran da– dos. Raúl Porras ante esto sostiene que: "aunque las inscripciones de los pallarcs o frijoles tuviesen únicamente el valor de unas barajas o fichas de juego, estarían ya en el camino de las convenciones sim– bólicas, que conducen a la escritura y es muy cierto que en la cerámica costeña de Mochicas y Nazcas hay el más vasto sistema de pictografías de América precolom– bina meridional, con múltiples signos convencionales o ideogramas, que colocan a estos pueblos en el umbral de la escritura" 50. En un estudio realizado por Victoria de la Jara, sobre la escritura en palla– res Mochica, reproduce los signos publicados por Rafael Larco. Algunos signos los compara con los que encuentra en su investigación en Paracas y Nazca. Dice que esto no significa que haya habido "comunidad cultural", entre la civilización Mochica, situada al Norte del Perú, y las civilizaciones del Sur; cree en la posibilidad de dos escrituras utilizadas si– multáneamente 51. En Paracas Necrópolis se encuentra la escritura en pa– llares sobre telas. Sostiene Victoria de la Jara: "El testimonio de las telas de Paracas me parece importante porque invalida categó– ricamente la opinión según la cual no posee ni textos ni inscripciones. Los símbo– los se repiten seguidos, pero en encuadres y colores diferentes. La escritura Paracas es combinada de una orientación numérica a base de veinte que consiste ella tam– bién en 'signos palIar' marcados de puntos" 52. En sus estudios sobre telas encuentra una gran variedad de signos diferen– tes que pertenecen a todas las categorías de "signos pallar". Reconoce dos tipos de signos pallar: signos de la escritura propiamente y cifras hasta el número veinte. Opina que el uso de telas es el soporte de la escritura en Paracas. 49. Larco Hoyle, Rafael. Los Mochicas. Lima, 1835. p. 85-124. 50. Porras Barrenechea, Raúl. Fuentes ... Lima, 1963. p. 116. 51. Jara, Victoria de la. Vers le déchiffrement '" París, 1967. p. 241.247. 52. Ob. cit. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.24-25, 1977

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