Fénix 26-27, 235-255

248 FENIX filósofo '? Por cierto a los europeos está permitido atestiguar de su excelente preparación en todas las ciencias, su virtud, erudición y otros dones que los muchos títulos que lo honran, aunque casi llenan una hoja, nunca podrán adecuar. La primera parte de esta Philosophia, en fin manifiesta sus cuali– dades, y no cabe duda de que los sabios, al recibir este ejemplo de su sólido, agudo, elegante, y agradable ingenio, querrán ávidamente las demás partes. [Riqueza y religión en el Perúl La regi~n del Perú ha sido hasta ahora asaz conocida al mundo en– tero por su rIqueza y por sus inagotables venas de oro. Los europeos cuen– tan cosas de ellas que parecen superar la fe, pero ni aparentan la realidad. Fácilmente podría creerse que la madre naturaleza quiso guardar en suelo peruano un tesoro público para todo el orbe, del que pudiesen enriquecerse todos los demás reinos. incluso los del mundo antiguo. Además, muchos hombres santos ya han dado suficientes pruebas de que esta feliz tierra también es bien amada por el cielo. La santa virgen Rosa de Lima marcha a la cabeza de sus largas. filas como futuro model de santidad para otros. La sagrada congregación de ritos también reconoce su santidad, la cual emulan los muchos que siguen cabalmente sus ejemplos. perfumados de su olor: a diario se introducen nuevas causas para procla– mar su santidad e inscribirlos en el calendario de la iglesia. [La vida intelectual en el Perú] Sin embargo, parecería faltar una cosa para que cl nuevo mundo em– parejase al viejo, a saber, que los americanos cultivasen con parecido celo las ciencias que habían recibido, junto con la fe y el culto religioso, de los europeos (un sentido de gratitud obliga a confesarlo), y que mostrasen que podían segar no poco fruto al cultivarlas e incluso dar un incremento. Ahora bien, esta Philosophia del doctor peruano, en mi opinión, brin– dará a los europeos una excepcional prueba de la capacidad de los intelec– tuales peruanos de cultivar esmeradamente hasta las ciencias más eleva– das. En ella, docto lector, con razón puedes persuadirte de que en el reino del Perú todo es de oro: la edad es de oro, sus siglos de oro, y que ingenios felices en ella se encuentran [ ... ] 39 Platón hace mucho tiempo dijo que se mezclaba el oro [ ... I; para no faltar a los peruanos ninguna marca del imperio afortunado. Santo Tomás observó, basándose en la historia, que para alcanzar la cumbre de la gloria un imperio debe reunir tres cosas: culto divino, sabiduría académica, y poder secular /De Regimine Principum, lb. 2, cp. 16/. 39. . . . omnia esse aurea, aetatem. auremn, (lurea ,aecu/a... Parece haber una la– guna en el texto que afecta esta frase y la siguiente. En ésta. Quesada pro– bablemente alude a la República 414A-420B. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.26-27, 1979

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