Fénix 26-27, 235-255
240 FENIX Es, pues, el escudo de Escoto. 10 [Preocupación de lo fundamental] Por otra parte, es, para toda escuela, un espléndido banquete de sabi– duría (aliento puro y verdaderamente racional), en que no sólo se vierte el aguamiel del lenguaje melifluo de Platón, digo, divino y del todo teológico, sino también se sirven los manjares del conciso estilo de Aristóteles, es de– cir las disputas, parcas, sobrias, densas, muy precisas y formales, de filoso– fía natural o metafísica, y (no lo callo) con proyecto harto juicioso y útil (sobre todo para la escuela escotista). En realidad, ya que el estudio desmesurado de la teología (desvió algo a Tertuliano) las más veces suele conllevar el descuido de los pies (por eso cayó Tales en la fosa), gran parte de los modernos, muy absortos, digo, en el cielo en sus disputas teológicas, quizás por la soberbia y pretensión de su especulación, no velan por sus pasos, con los que, es a saber, como principios, dirigen el trayecto de sus razonamientos. 11 En realidad, con sólo mirarse los pies, debería cerrarse todo aquel mundo, todo aquel desmedido espectácu– lo de libros y disputas, como cola de pavo real. Pero el siglo, si bien fértil y fructuoso en amadores puros y auténticos de la sabiduría, en gran parte es ambicioso y muy ávido de la gloria. La– mento y denuncio con Séneca: Tomamos como debido todo cuanto la adulación descarada acumula sobre no– sotros. Nos ponemos de acuerdo con los que nos llaman muy buenos y sabios, sa– biendo mientras tanto que siempre mienten. Hasta tal punto somos indulgentes con nosotros mismos que queremos ser alabados por aquello que está diametralmente contrario a lo que hacemos. 12 La voz de Alejandro es clara: ... Dicen que soy hijo de Júpiter, pero ¡siento los defectos del cuerpo/. 113 Séneca agrega: Hagamos lo mismo, /ya que/ la adulación atonta proporcionalmente a cada cual. 14 Al menos el modesto Sócrates de otro tiempo, que diga mejor y más concien– zudamente de mi nuevo Escoto que de sí mismo: ¿.cómo no vamos a creer más sabio al que nunca dejó de indagar desde que comenzó a comprender?- 10. Juego de palabras: Seoti . .. seutum. 11. " . .. Tertuliano": Tertulianü paulo alio defleetá. 12. Epístola 59, n. 13. Séneca Epístola 59.12: "Todos juran que soy el hijo de Júpiter, pero esta llaga clama que soy un hombre". Ver Plutarco Moralia 180 E. 14. Epístola 59,13. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.26-27, 1979
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