Fénix 28-29, 130-150

FENIX mismas, por esta razón las llamaron "madre" y a todas las ollas ayllcr y las familias las consideraron universalmente como una huaca ("cosa sa- grada") muy importante: todas las personas las conocían y los que ccm- prendían algo sobre esto, se mantenían pendientes de su curso d~irantc todo el año, más que de otras estrellas". El término collca por si mismo era atribuido a "madre". Cuando lle- gaba el momento en que desaparecían las Pléyades se recogían las cose- chas, las mejores semillas de cada producto eran usadas posteriormente pa- ra sembrar, almacenadas -collca, "depositadas"- en una vasija o manca, esta se convertía en collca y se llamaba "la madre" de esa cose- cha (16). La semilla "madre" durante el último período conectaba iin período activo de crecimiento con el siguiente. Pero en una forma M;-o- nómica las Pléyades collca eran usadas para incluir, medir, y originar el movimiento de otras estrellas y sus épocas de ascenso y descenso. La inclusión en el calendario Inca de observación de las Pléyades, cl Zenith y Anti-Zenith del sol, liga este calendario a la latitud de Cuzco y a una fecha alrededor de 1500. Como muestran los cálculos del Coricancha en las recientes centurias, las Pléyades tienen su ascciiso helicoidal en di- ferentes puntos apreciables y en divensas épocas del año, pero también he- mos notado que el c~lendario sinódico lunar no dependía de estras observa- ciones. La luna llena del solsticio de Junio definía el primer mes calenda- rio y el inicio del conteo sideral lunar de la primera fecha de la l un l ilena. Hemos descubiasto que las Pléyades y el Zenith, pasaje del sol, eran me- didos con este calendario, lo posterior no era condicionado por ellos. El descubrir en el Cuzco los sitios mcncionados de la puesta del sol en el sistema ceque, nos hace conscientes que los Incas definían primero donde querían que el sol se ponga en una fecha determinada y después establecían el sitio del observatorio. Una práctica noderna (informada por el Dr . John Earls, a nivel personal) demuestra que definían primero cuándo y en qué punto del horizonte ellos querían observar el ascenso helicoidcil de las Pléyades para después realizar el ajuste del observatorio. Las Pléyd- des en el Cuzco eran los elementos estables del calendario de los Incas en una carrera corta. Ayudaban a determinar las cuatro estaciones siderales lunares (de 85, 80 (43 t- 37) 85 y 78 ncches). En el Cuzco se podía a j w tar la salida helicoidal -t al 9 de Junio. El Coricancha -si bien estaba localizado adecuadamente para el propósto de fechar las Pléyades- estaba ulineudo a una fecha, de -C el 25 de Mayo, cuando el sol naciente anun- ciaba el regreso de las Pléyades y el comienzo del primer mes del próximo año. En su largo recorrido el sol era el elemento más estable del calendario. 16 COBO, BERNABE, op. cit. Libro XIII, capítulo 27. GVAMAN POMA, op. cit. pp 2451143. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.28-29, 1983

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