Fénix 28-29, 71-90

PRIMEROS LIBROS EN EL PERU COLONIAL 8 1 de reglas que respondía a las más profundas inquietudes espirituales de los hombres de aquel tiempo 37. Fray Vicente no era el único lector erasmista del Nuevo Mundo. Así como él, hubo en los comienzos del período colonial muchos españoles que trajeron obras del humanista de Rotterdgm a diversas partes de las Indias, tal como lo aseveran las noticias documentales. En el testamento que otorgó en Valladolid, en 1536, el viejo conquistador Diego Méndez de Segura, que había servido como escribano mayor en el último viaje de Colón, anunciaba a sus hijos, establecidos en Santo Domingo, que les en- viaba diez volúmenes, entre los cuales cinco de Erasmo 38. Además, consta que el adelantado Pedro de Mendoza, primer fundador de Buenos Aires, llevó al Río de la Plata (en 1534) un libro de Erasmo 3" y en 1539, el extremeño Francisco de Sayavedra, acusado de herejía, revelaba en Ja- lisco su afición erasmiana +O.De otro lado, en el Perú, encontramos des- pués del de Valverde un caso semejante, que protagoniza el canónigo Pedro de Villalverche, procesado por la Inquisición limeña en 1570. Al efectuarse el inventario de sus bienes se halló en su casa un "libro en latín que son las ocho partes d,e Herasmo" (cuyas obras, para entonces, estaban incluidas en el Indice); sin embargo, el libro pertenecía en verdad a un Salvador Martínez, a quien -sorprendentemente- se le devolvió 41. De primera intención, el erasmismo pasa a América como una ex- tensión del movimiento español, lo cual se explica por ser la criolla una proyección de la cultura ibérica. Pero los ideales de renovación cristiana prenden en este continente con especial fuerza debido a condicionamientos históricos: la evangelización de los aborígenes y el reasentamiento de po- blación europea posibilitan la realización de los postulados reformistas . "Del erasmismo español se derivó hacia América una corriente animada por la esperanza de fundar con la gente nueva de tierras nuevamente des- cubiertas una renovada cristiandad", afirma Bataillon 42. Así se explica el influjo directo de textos de Erasmo sobre religiosos como el franciscano Obispo Zumárraga, en México, y el dominico Valverde, en el Perú. - 37. Cf. Mir6 Quesada, loc. cit., y Kivara de Tuesta, 06. cit., págs. 22-23. 38. Las cinco obras en referencia son: Aparejo para bien morir, Coloquios, Lengua, Qitercllus de la paz y un Sermón; véase Bataillon, o b . cit ., tomo 11, págs. 436- 437. 39. Guillcrnio Furlong, S.J., Bibliotecas argentinas durante la dominación hispánica (Buenos Aires, Editorial "Huarpes", MCMXLIV), pág. 23. 40. Bataillon, ob . cit., tomo 11, págs. 438-439. 41. Archivo General de la Nación, Lima (en adelante: A.G.N.), Tribunal de la In- quisición (Conteaicioso), leg. 1 (1570-88), cuad. 1, fols. 2 y 6. Véase también Rivara de Tuesta. ob . cit ., págs. 31-32. 42. Ihtdillon, ob. cit. tomo 11, pág. 443; v h e tanibi6n píigs. 448-449 y 453-454. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.28-29, 1983

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