Fénix 28-29, 71-90

PRIMEROS LIBROS EN EL PERU COLONIAL 83 He dejado para el final un libro cuyo contenido disuena respecto dcl de las obras arriba citadas, que son de carácter espiritual y contemplativo. En cambio, la materia de que se ocupa el Libro de albeytería, remata60 al licenciado Guerrero, un letrado, 2s eminentemente práctica: la veterinaria. No resulta difícil su identificación, pues por mucho tiempo constituyó ei primer y único texto impresa sobre el tema en EspaCa. Su aiiíor cs el es- critor valenciano Manuel Díez, mayordomo del Rey Ali'onso V de Ara- gón, que a fines del siglo XV compuso este Trmtat sobre 12s enfermedades de caballos, mulas y otros animales de silla. Publicado originalmente en ca- tctlhn, fue vertido al castellano por Martín Martínez Dampies y edita60 bajo el título de Libro de albeyteria (Zaragoza, 1495). Un manual como éste atraería de seguro a los vecinos peruleros de esa época, cn que el ca- ballo c~nstituíael medio de transporte terrestre mi s rápido y era, por aña- didura, escaso y costoso. Un envio de libros de 1549 En Books o f the Brave, Leonard fue el primero cn d'ir a conocer la existencia de una temprana relación de libros remitidos al Perú en los fondos del Archivo Nacional, de Lima, aunque no llegó a transcribir ente- ramente el documento 44. Redactado probablemente en Sevilla el 1" de noviembre de 1549, el manuscrito contiene una lista de los 79 volúmenes que el mercader Alonso Cabezas envió a su compañero Pero Ortiz, resi- dente en Nombre de Dios, a bordo de Ia urca La Madaleíza 45. Por referen- cias documentales complementarias, sabemos que este barco, con 150 tope ladas de peso y conducido por el maestre Miguel d.e la Borda, arribó a la costa atlántica de Tierra Firme el i 1 de marzo de 1550: y pagó de almoja- rifazgo casi 1,450 pesos, lo que representaba la vigésima parte iiel vali-i de sil cargamento 46. Consta, además, que después de efectuado el registro de los productos (31 de marzo), ¡a mercadería fuc cntregnda a ebrtii 47. Aparte del interés bibliográfico que supone, este envío de libros ii.;\ permite conocer cómo operaba la compañía mercantil de los Illescas y Gi- traleón, considerada la más importante del comercio hispanoamericano dc aquella época, con centro en Sevilla y sucursales en diversos puntos de I:rs Indias 4! A decir verdad, el grupo dc libros no era m5s quc ui:o iic los tan- 41. Leonard, ob. cit., pág. 102 45. Véase Apéndice Documental 11, infra. %. Huguette y Pierre Chaunu, Séville et Z'dtlantique, 1504-1650 (París, Librairie Armand Colin, 1955), tomo 11, págs. 432-433 y 437, nota 63. 47. A.G.N., protocolo notarial núm. 160: Sebastián Vásquez (1551-54), fol. 1 2 3 0 ~ . 4.8. Cf. James Lockhart, Spanish Peru, 1532-1560: A Coionial Society (Madison, Uni- vcrsity of Wisconsh Prcss, 1968), págs. 87 y 90. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.28-29, 1983

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx