Fénix 28-29, 91-98
LA PERLA DE LIMA España. Los peruanos se preparan para la batalla temiendo que la flota no sólo castigase su costa sino que desembarcara la tropa en un intento de nueva dominación del país. D. Fermín, al igual que otros ilustres ciuda- danos, acude a la Torre de la Merced, única batería blindada de las que defienden el Callao. Rosa, al despedirse de su padre, siente cl orgullo de ser peruana. "Si mi padre llega a morir, dijo Rosa no sólo no me he de casar con D. Alvaro de Sande, pero ni aún le volveré a ver." (p. 211) El chileno, so pretexto de proteger a Rosa, permanece junto a ella en su casa desde cuya azotea presenciarán ambos la inminente batalla. Ful- gosio narra en detalle y acertadamente el encuentro bClico pero prefiere centrarse en la emoción que embarga a Rosa: "Parecía como que las baterías de tierra, queriendo recobrar el tiempo que habían tardado en hacer fuego, menudeaban los dis- paros cuanto era posible. La vista que el combate ofrecía, gran- diosa y llena de atractivo para un artista, causaba diversos y en- contrados efectos en nuestros conocicEos. Rosa Urquinaona, apo- yada una mano en el hombro de la Chola, y la otra en el pretil, apénas podía contener los latidos del corazón; y tan pronto se deses- peraba, como oraba y gemía. La Chola, inmóvil y apretando los dientes, paseaba los ojos del Callao á la escuadra y de ésta otra vez al puerto, sosteniendo, de cuando, en cuando, con todas siis fuerzas a la hermosa y desventurada hija de D. Fermín, la cual, á veces, apénas podía mantenerse en pie." (p. 220) Contrario a lo esperado, La Torre de la Merced, blanco de los pro- yectiles españoles, vuela por los aires pese a su protección blindada. Rosa, testigo ocular de la muerte de su padre, pierde el sentido y cae desmayada en los brazos de la Chola. Esta incrimina violentamente a Avilés acusán- dole de asesino por haber persuadido a D. Fermín a que acudiese a la ba- tería. Nos acercamos al desenlace. Transcurre un tiempo indeterminado, pro- bablemente dos años, y nos encontramos ahora en 1BI:irrilz clonclc Alvaro pasa una temporada de descanso. Consumido por la tristeza y el recuerdo de Rosa, Alvaro es un hombre anímicamente destrozado. Pero el Uzsiino, esa fuerza ciega e irracional del romanticismo, habrá de acarrearle a D. Alvaro una última sorpresa. Un día parece reconocer a una pareja que también se pasea por Biarritz acompañada por dos sirvientes. Al acercarse los identifica inmcdiatamente: son Rosa y Avilés, ahora marido y mujer!! El lector se entera de que Rosa había enloquecido como consecuencia de la muerte de su padre. Avilés, al poco tiempo, logró que algunos médicos diesen testimonio de que Rosa estaba curada, paso necesario para poder Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.28-29, 1983
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