Fénix 3, 408-416
LOS ESTUDIOS BIBLIOTECARIOS EN A ~ ~ ~ R I C ? . DEL SUR 409 idénticos puntos de vista, y que lo realizado hasta ahora en Buenos Aires está de acuerdo con ella. Mucho de lo que hasta el presente se ha liecho no deja de tener aspecto experimental, pero lo interesante es comprobar que aun en estos primeros esfuerzos la idea que animó las empresas, tuvo una orienta- ción coincidente. En un interesante artículo de Mr. Kilgour l aparecido en el Library Quarterly, destinado a poner de manifiesto la t-area realizada en Lima, se dice que la experiencia recogida en la escuela peruana debe servir como anéece- dente al emprender nuevos esfuerzos. Teniendo en cuenta esas considera- ciones, y como una contribución más a la futura estructuración de la ense; fianza bibliotecológica, me animo a dar a publicidad este trabajo, que pone en evidencia un esfuerzo argentino en procura de un mejor servicio bibliotecario. Pensé que sería de utilidad exponer la labor realizada por el Curso de Bi- bliotecología de la Escuela de Servicio Social del Museo Social Argentino, institución privada que cuenta con el apoyo oficial para cumplir con su en- coxiable plan de trabajo. Puede llamar 13 atencion que esta Escuela de Bibiiotecarios, una de "is más importantes del país, dependa de un organismo dedicado al estudio del servicio social. Ello tiene, sin embargo, su explicación. Cuando el Dr. Al- berto Zsvanck, actual director y organizador de esta casa de estudios, redactó los programas de la Escuela de Servicio Social, incIuy6 una bolilla titulada "La Biblioteca como factor de asistencia social constructiva". El tema era desa- rrollado en dos o tres clases *magistrales. Sin embargo, a pesar de la bre- vedad con que se trataba esta parte del programa, tuvo la virtud de poner de manifiesto en los alumnos, un extreordinario interes por conocer más a fondo lo que para muchos constituía una novedad. Ea señorita Ernestina Vila, vicedirectora de la Escuela, interpretó de inmediato esa inquietud de los es- tudiantes, y p ~ e d e decirse que a su decidido apoyo y exacta visión del porve- nir bibliotecológico del país, se debe la creación del curso de bibliotecnia, co- mo en un principio se lo llamaba, cuyos programas fueron aprobados por el Ministerio de Justicia e Instrusción Pública de la Nación, reconocikndose los títulos habiiitantes como oficiales, de acuerdo con los términos de ia ley NV 12230. El señor Manuel Selva, de la Bibl!'oteca Nacional, tuvo a su cargo la responsabilidad de dictar la cátedra durante 6 años, es decir hasta 1942. Pero el progreso de las bibliotecas y las exigencias, cada vez mayores, del mejoramiento de su organización aconsejaron, al cabo de estos seis años, algunas reformas para que la Escuela llenara más cumplidamente su misión de formar buenos bibliotecarios. La estructura misma del programa de estudios, redactado con miras a un aprendizaje más o menos intensivo de las disciplinas relacionadas con la Kilgour, Raymond L., Th e Library schcol of the biational Library of Perú. (En The Library journn!, XV: 32-48, Jan. 1915). Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.3, julio-diciembre 1945
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