Fénix 3, 408-416
LOS ESTUDIOS BISLIOTECARIOS EN AMÉRJCA DEL SUR 4 15 Egresados Curso 1945 Alumnos con enseñanza primaria . . . . . . . . 69 1 . . . . . . . secundaria 135 33 . . . . . . universitaria. 26 4 El i'uncionamiento de escuelas de biblitecarios provoca, en los prime- ros tiempos, interés por el estudio de estas disciplinas hasta en ambientes aje- nos a la actividad bibliotecológica, y da por resultado la inscripción de can- ilidatos dedicados a diversas ocupaciones. Este ,mismo fenómeno lo he po- drdo cornprobor recientemente en Bolivia, durante la reorganización de ia Bi- blioteca Municipal Mariscal Andrts de Santa Cruz. En esa ocasión con- juntamente con el Dr. Augusto Raúl Cortazar, dictamos un curso acelerado sobre bibliotecología que tuvo una inscripción de 223 personas, entre las que se contaban desde militares de alta graduación hasta artesanos de diversa indole. Con el tiempo y a medida que los alumnos van compenetrando de las finalidades y alcances de la carrera, esa heterogeneidad desaparece. Así ha ocurrido en nuestra Escuela, produciéndose a la par un constante aumen- to de calidad intelectual de los asistentes; en los últimos años se inscribieron en élla altos empleados de bibliotecas, inclusive directores de servicios bibliote- cológicos muy importantes, Veamos ahora el resultado obtenido, co ya considerando la formación aislada del bibliotecario, sino lo que su conjunto representa para la bibliote- cología argentina. En primer lugar, hay que dejar constancia de que las diversas manifesta- ciones bibliotecológicas están animadas por una fuerza dinámica y coostruc- tiva, a la que no son extraíías la acción fecunda del Curso de Bibliotecología y las necesidades cada vez mayores de un país en constante y marcado pro- greso, con todos los problemas de documentación que ello presupone. Cómo actúa y cuál es la resy;onsabilidad de la Escuela en este estado de cosas, es una cuestión que admite diversos enfoques, aunque siempre dirigidos por un mismo motivo y razón. En primer lugar, se ha hecho conciencia en la mayoría de los bibliotecarios egresados de una escuela o autodidactos, que esta carrera no es ya el resultado d r una dedicación puramente personal, sino la consecuencia de un esfuerzo que suma a esa misma acción la desarrollada por las escuelas de bibliotecslogía. Para muchos, quizás, ha sido una sorpresa la necesidad de dedicar dos años de estudio para obtener un título habilitante en materia bibliotecaria; para otros constituyó un toque de alarma frente a la impe- riosa necesidad de mejorar profesionalmente. En segundo término, el hecho de haber convivido eu una misma escuela durante un largo periodo provocó en muchos egresados el deseo de agruparse pada lograr su perfeccionaniento profesional y la defensa de su propia situación de bibliotecarios: consecuencia de ello es la creación del Centro de Estudios Bibliotecológicos dentro del Museo Social Argentino, integrado por ex-alum- nos de le Escuela. Aunque existen agrupaciones similares como el Comité Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.3, julio-diciembre 1945
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