Fénix 3, 485-514
La signatura del manuscrito se da tal y como lo hacen %asBibliotecas Vaticana y Nacional de París mediaíite: a ) La indicación abreviada del idioma en que está redactado: Esp, = español; lat. = latín: gr. = griego. b ) El número del códice misma (un simple número correlativo). En la Vaticana se hace preceder Ia indicación del idioma por una indi- cación abreviada del fondo original al cual pertenece el manilscrito. Transcribiremos ahora algunas "Instrizcciones para la redacción de u11 catailogo de manuscritos" por Leopold Desiile, largo tiempo conservador del departamento de manuscritos en la Biblioteca Nacional de París. Estas ins- trucciones, aunque datan de 1910, permanecen como una obra clásica en la materia : "En un Catálogo de manuscritos es importante reunir todos aquellos datos necesarios, "sea para asegurar la conservación de los volúmenes y para ayudar a reconocer los articu- "los perdidos, robados o deteriorados, como para guiar en sus búsquedas a los eruditos y " llamar su atención hacia todos los textos que tengan interés en estudiar y comparar". "Para llenar esas condiciones, sin desbordar el marco de la publicación, hay que abste- " nerse de toda discusión, desarrollos o criticas históricas. Sólo a titulo muy excepcional " s e podrán ofrecer datos sobre la vida de los autores, sobre las doctrinas que propugnaron " y sobre las variantes de los manuscritos". "El redactor del catálogo no debe perder de vista que iin mismo tratamiento no es 44 . tgualmente aplicable a todos los libros de un depósito. Cuatro o cinco líneas bastarán " para un volumen moderno, desprovisto de interés o conteniendo una obra perfectamente "conocida, mientras que no será superfluo dedicar varias paginas a la descripción de un "volumen antiguo que contenga un gran número de trozos diferentes, o bien de una colec- " ción de cartas y piezas originales". "En el encabezamiento de cada noticia, junto al número de orden y la indicación de1 " idi'oma en que el manuscrito está redactado, es conveniente poner un titulo que indique " claramente el contenido del volumen, o por lo menos la obra principal en él copiada. Si el "manuscrito en sí no suministrase ningún titulo, hay que redactar uno bajo una forma " cuya brevedad no excluya la claridad o la exactitud. "Lo que se exige, ante todo, a una buena noticia de n~anuscritoes la indicüción pre- " cisa de cada una de las obras, trozos o fragmentos contenidos en el volumen. Se nnota- " rán pues, entre comillas, las rúbricas iniciales (incipit) o finales (desinit), con las primeras " y las últimas palabras de cada tratado, cada vez que el manuscrito sea muy importante y "que sea necesario tomar tales precauciones para definir y caracteriz;ar bien la pieza d e "que se trata. Los nombres de los autores deben copiarse tales como !os i~anuscritosnos "los ofrecen en el texGa primitivo, abstracción hecha de las notas añadidas en época mo- " derna; hay que buscar dichos nombres, no solamente en las rúbricas, sino también en 10s "prólogos, las dedicatorias, las glosas, etc. Para los trozos anónimos será bueno recurrir a " las colecciones bibliográficas, con cuya ayuda se puede suplir a menudo al silencio de "los manuscritos. E s asi como el libro publicado por la Academia de Viena bajo el título " d e «Initia librorum patrum latinorums (Viena, 1865) permite reconocer los autores de mui- " titud de estos tratados eclesiástic~osque llena11 más dc la cuarta parte de los antiguos ma- " nuscritos de nuestras bibliotecas". "Algunas veces, el mejor medio para dcter~ilinarla identidad de un trabajo u otra pie- " za consiste en referirse a una edición bien conocida o a alguno de los repertorios diplomá- " ticos que deben hallarse en todas las bibliotecas". Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.3, julio-diciembre 1945
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