Fénix 3, 515-540

Ven, ven propicia, o ( h ) bella Aurora, para el que adora tu resplandor, jcual me embelesa tu faz radiante, la luz flamante del nuevo albor! R GLICERA Después del crudo invierno, en la estación florida. todo belleza y vida, todo respira arnor; 13 tórtola en la selva vuelve a fornlar su nido. y canta alli escondids el tierno ruiseñor. Retoza entre las flores el suave zefirillo, vuelve a cobrar su brillo la tierra, el cielo, el mar: los faunos y las driadas al son de sus pandelos acentos placenteros se ponen a entonar. Las olas desafia la cóncava barquilla, de Tetis en la orilla se afana el pescador; al monte, al valle, al rio con la zampoña al lado conduce sil ganado el próvido pastor. iOh! si la lira délfica diestro templar pudiera, cantar la Primavera hoy fuera mi placer; cantara yo del campo las plantas y las flores, y mil y mil primores que en él solemos ver. Mas no. A más noble empresa ya mi Camena aspira, va la virtud inspira Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.3, julio-diciembre 1945

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