Fénix 3, 515-540

con tan sublime magisterio y arte los lienzos intermedios condecoran, que dar no se sabría la preferencia ni a Scopas ni a Parracio. Por el frente se ve11 mujeres diestras y aguerridas iglialar en la lucha al sexo fuerte. Lo gran Pentesilea, la hermosa virgen Camila en medio de amazcnia tropa armando el arco de vo!átil flecha. Por la otra parte Régulo y el grande Catón, R4arcelo y Fabio y otros hérocs que vida con su muerte a Roma dieron. En medio del soberbio peristilo se eleva en alto el ara de la diosa que pedestal de pórfido sostiene, y a dó por gradas de oriental granito se sube. El sacro fuego noche y día arde ante el majestuoso simulacro. A su perenne luz radiante y pura el amor patrio, el mérito y la gloria contínuos sacrificios le consagran y en su honor queman árabes perfumes. N o bien descubre la augural floresta el bravo americano, que sus pasos dirige al templo, cual en los antiguos siglos refieren que a la afortunada mansión bajaron el osado y fuerte hijo de Tetis, y el piadoso padre de1 tierno Julio; mientras de la historia parte a parte recorre los pasajes que e! efigiado mármol le recuerda, oye una voz que de lo más secreto salía del templo, como la que en Delfos la Pitonisa desde la sagrada trípode al pueblo consultar solía sus vaticinios anunciar. "Te acerca generoso mortal, dice; los hados a la sublime empresa te destinan de socorrer la humanidad doliente sumida en scrvidun~breignominiosa, de todos SUS derechos despojada, sin patria en una patria envilecida, sin nombre, sin homr y sin virtudes. Mira este suelo, en otro tiempo el centro del valor y la gloria, en donde todas las naciones del orbe sabias leyes venían a recibir, hecho el ludibrio de bárbaro opresor; a! yugo uncido de negra servidumbre el ciudadano; mi dcidad despreciada, y mis altares en ajeno poder; mi pueblo todo Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.3, julio-diciembre 1945