Fénix 3, 515-540

mordiendo en vano la servil cadena que saciidii contra e! tc~.rcr no p::.c:?e. El galo y el ibero, el moscovita, el húngaro, el gcrcii..no, y lo:; que cl ngua beben del Dniester, atcrrzdos gimen a la vista ciel bjrbirro cuchillo, que siempre sobre su cerviz gravita. Y iquién habrá que a tan funesto ejemplo a invocarrne se atreva y, reverente, rinda honor a mi numen ultrajado? T ú bien me escucha: y en tu pecho inprime estas palabras e invariable agüero. Vuelve, vuelve valiente americano, vuelve a aquella rcgi6n privilegiada dó la luz viste por la vez primera. Nuevo nombre de ti reciba aquella parte del globo que a Colón sus playas franqueó, después de haber sondeado. altivo, el fondo del octano, y nuevos senos, nuevos astnos y vientos observado. Todo es allí maravilloso y grande: todo allí patria y libertad respira. Allí es fértil la tierra, claro el cielo, opulentos los valles, y montañas que lindan con los astros, y atraviesan ese gran continente a quien dió nombre el etrusco Américo, en unas partes cl fiirgo tieriplan de la ardiente zona con sus eternas nieves, cuando en otras se ven pobladas de animales raros que, con sus finas lanas, del invierno mitigan e1 rigcr; inmensos ríos de Poniona y de Flora la belleza aumentan con su límpida corriente; frutas extrañas al antiguo mundo hermosean sus campiñas; en sus cerros s e crian ricos veneros que prodigan la plata, el oro y los demás metales que la industria y el lujo aprecian tanto. Benigno el clima, ingenios más benignos engendra en esos pueblos, y talentos sublimes en las artes y las ciencias; laboriosos en paz, sobrios en guerra, firmes, infatigables y esforzados. Sus ánimos, al yugo insujetables, la esclavitud detestan y la infamia de vivir dominados por tiranos. VÉ Próspero: recorre esas regiones. E n ellas tú mi imperio consolida; y corta, de tina vez, el vergonzoso nudo que a extraño usurpador las une. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.3, julio-diciembre 1945