Fénix 3, 515-540
En ellas el imperio de las leyes establece; a tu diestra bienhechora haz que deban la paz y la abundancia y la Justicia y todas las virtudes. Abre las puertas a la industria; el fraude castiga; y premia el mérito; a las letras próvido amparo y protección dispensa; del desvalido contra el poderoso. de la viuda, del huérfano inocente te constituye generoso padre. Y verás, antes que el terráqueo globo doce veces la vuelta haya alcanzado a dar al rededor del astro bello, a quien el religioso peruviano dió culto en su feliz edad de oro, que pueblos entre sí los más distantes de ese vasto hemisferio, reducidos a un solo pueblo, a una familia sola. por unas mismas leyes gobernados, se gloriarán en acIamarte padre y su Libertador y su delicia". Así le habló la diosa. El vaticinio miradle ya cumplido, americanos: vuestro honor y virtud protege el cielto; y vuestra libertad ya está sellada. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.3, julio-diciembre 1945
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