Fénix 3, 541-553
confusión entre los Juan Pérez y algunos otros; pero sería más barato corregir la confusión en las ocasiones relativamente escasas en que se presentara, que gastar el tiempo necesario para investigar sobre las fechas de todos los auto- res que pasan por manos del catalogador. i Y qué sucedería si ordenáramos un par de autores del mismo apellido por sus iniciales en vez de sus nombres de pila completos? De nuevo tendríamos casos en que se produciría confu- sión, pero de nuevo podrían corregirse completando los nombres de pila de los autores, precisamente en dichos casos. La primera objeción demoledora que los catalogadores harán a todo esto -particularmente a la sugerencia de hacer asientos incompletos de autores individuales- será: "iCómo? iCdmo sabremos cuándo surge la confusión y cómo corregirla?'' La respuesta a esto es: Organización. Necesitamos un nuevo funcionario o tal vez una persona especial, un inspector del catálogo, cuya tarea se llevaría a cabo sobre el mismo catálogo, con uno o más auxilia- res. Confío en que dicha persona podría, escudriñando bien, descubrir mu- chos más casos que los doce mencionados por mí, para formar la base de un código para epigrafistas. La Universidad de Harvard, hace pocos años nom- bró un "Inspector del Catálogo", cuyo deber era, según dijo Mr. Metcalf, L 4 cepillar y peinar el catálogo". A la combinación de estos dos proyectos, la sugerida experimentación de cambios en la asignación de asientos principales y un mayor uso de las fi- chas-guías, podríamos añadir la supervigilancia del ordenamiento de los fiche- ros,24y la ayuda a quienes consultan el catálogo. Creo que, por lo menos, este plan de organización merece ser tomado en cuenta. Un inspector del catálogo que hubiera ayudado a confeccionarlo y que se mantuviese en estre- cho contacto con el departamento de catalogación, podría corregir y aún pre- venir la congestión o confusión que estuvieran por producirse, a consecuencia de los nuevos ordenamientos aquí propuestos. El podría hacer los cambios necesarios mucho más fácilmente y podría aún tomarse libertades con el ca- tálogo que nadie se atrevería a tomar, con tal de que mantuviera al público in- formado mediante fichas-guías adecuadas y también al departamento de cata- logación mediante memorandums sobre los cambios realizados. Podría, no destruir, pero sí "retirar" para archivar, para un caso de consulta futura, las fichas de asunto y de título que resulten anticuadas o innecesarias por cual- quier concepto, sin borrar los trazados ( q ) en la ficha principal (siempre que 24 "LOS objetivos que sirve el grupo investigador son los del departamento de adquisi- ciones, pero su campo de operaciones es el catálogo. La revisión se lleva a cabo mucho más fácilmente a través del departamento de catalogación" (Wyllis E. Wrigth, "The Internal Organization of the Catalog Department". en The Acquisition and Cataloging of Books, p. 125). q ) El frazado es la anotación, en la ficha principal, de todos los encabezamientos adi- cionales bajo los cuales aparece una ,obra en el catálogo. (Esta y las demás notas no nume- radas son del traductor). Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.3, julio-diciembre 1945
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx