Fénix 30-31, 257-269

2 ) COWO helor P C L ~ ~ ~ ~ " ~ U D B I ~ ~ F . dehc tener e cn cuctila In intenr:i Tahcri misonera y pedagógica llevada a rabo ea Puno por la secta protestante de 10s Adxen~iaias del %ptimo 1%. idos advmris~a:iniciaron sus Labores en el departamento de Puno en 19J 1, y para mediados de la década del veinte administraban un sistema de cectielas primarias reputadas muy superiorw a las estatales. En 4925, segLár7 las ccdístic~asoficiaXes de la secta. los ad- ventistas dirigían 83 eseiiefas p r lmr i a s esparcidas por todo el departamento. y que servian a casi seis mil (5920) ahrnnos. En ese mismo año de 1925, ros practicantes de4 adventiqmo en el departamento de Puno al- canzaban a casi 6400 2'. La rampaea adventista de alifabe~izaeióne higiene prosperó, a p i a r de lar? críeiew- d i & % de d;\ewo. sece :.e$, j 7 se ha dfirmai'o que surgió rrna diíe indigcna arXventista. ab femia :, a1Paheía ". 3, esir respecto es iniere-ante morar que el padre de ics hermanos P->cral:a fue durante algtinos 6 0 s un activo -'evangelistaw. aunque después volviera al seno de la iglesia católica 27. 3 ) Finalmente y tal rcr Lo inrts importante. si bien Puno constituia parte de la "periferia" amcrican a. el acljetivo "periférico" aquí no equi- vale necesariamente a '"incemranicado"'. Si bien la capital de la república, Lima. quedaba lejos, al final de un fatigante viaje de un mínimo de tres días en tren y r n barca la c i w ~ d Hia Paz, auténtic? -apiinl culkwal de1 alti- plano en ese tiempo, con una plibaei6n que paraba de los 150 . 000 halritaiites quedaba cerca. casi en 1:. ribera opue~ta &el Lago T;ticaca. a! &nino de un viaje noetiarrio en uno de los vapores de la Peruvian Corporation. Y desde La Paz una red ferrocarrilera ligaha a2 altiplano con los países del Río de Ja Plata y coa la metrópoli de Buenos Aires. No es de sorprender, por eso, que gran parte de los intelieeierales surpeiuanos (el caso de Clrrurata es ejem- plar) gravitaran e n torno a La Paz, ni que en Puno abundaran los periódicos j revisias argenthas durante h época del ''Grupo Orkopata" y del Bolet~n. Segtin diversos testimonios, La Preizsa. La Nación y C r i b a de Buenos Aires fueron rnás leídas en Puuo que El Comercio de Lima 2'. Los resultados del r n t e r e ad i o comercial y cuItura1 se manifiestan en u n detale muy llamativo: el que para 1928, en la ciudad de Puno se publicaran no menos de cuatro pe- J iódicas con pretensiones de diarios. donde. ahora -a pesar del crecimiento 2.5 Dan Cliapin Hazert. The Awalrenin~.of Puno: Government PoIicy and the Indian Probiein i n Soi~thrrri Pe~íl. 19%-1955". te+ de Ph D no pubiieada. Yafe Univcrsitv 1971, p. 112. 26 Para va&$ vifieia', contcnipor5neo- &obre la labor de !os adventistas en Puno j los resir!t,irh yue habría11 d~clo. vEav L u i s E Valrarrel Tempmtnd en los Andes rima: Editorial Minerva, 1927), sección "LOS indio5 nuevos", pp. 71-103. 27 Romero. .Cam~lie' Cliur;i~a", Antologicr, p. 426. 28 Según E m i h Vácquez. los niirmhros del "Grupo Orkopata", del que fomeba parte, se informaban de las novedades intelectuales y artísticas del continente principalmente por medio de la Lectura de La Pr~rlsn bonaerense. Entrevista, Lima 1978. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.30-31, 1984

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