Fénix 30-31, 257-269

268 FENIX demográfico- difícilmente .obrevive uno 29. Sin menoscabo de lo que tiene de autóctono y original la producción de las "orkopatas", es obvio que la \italbc-!nd del mundo artístico bonaerense. entonces en su auge. no dejó de ejercer poderosa influencia en Puno. Aquí no pretendemos entrar en detalle al asunto de los contactos de Churata y su grupo con los centros de culiru.a de La Paz. Buenos Aires y Lima. Eso implicaría u n trabajo de investigación mucho más extenso y minucioso que el presente. Algunos "orkopatas" (Churata, Emilic Arrnaza. Luis de Rodrigo) 4 pudieron viajar. y !os que no pudiaron, tenian a la mano La Prensa de Buenos Aires para informarse acerca de las novedades literarias y artísticas del continente. Vale citarse aquí una obscrtacitin de José Tamayo Herrera, q t~i enha venido realizando investigaciones sobre la historia social y cultu- ral de1 Sur peruano, observación que destaca el .sralus marginal de Churata y su grupo dentro tiel Prino (le los vcinie: [el grupo Orkopata] . rra el grupo del Sur andino mejor re- Iacionado gracias al canje que hacía med ; an j ~Boictin TitikaLa. La resonancia de Orkopata era más bien exterior que interior; . . . Orkopata en su tiempo pasaba casi totalmente desapere;bido en Puno? su propia tierra los ignoral-ta, pero los intelectuales del Perú y de América, los conocían muy bien en Buenos i\;ircs o Caracas. gracias a un instrumento mágico: el canje 30. Este corncniario obre la rnarginalidad de Churata J sus Liiscípu!,s dentro de la cultura "oficial" de su tiempo, nos trae de regreso a la problemática rie la "inteinacionalidad"' de Ba vanguardia americana. Ccrno vimos. Osorla ha caracterizado esta vanguardia. creemos que acertadamente. como u n "archipiélago". El caso del Boletín Titikaka nos sugiere cómo el "arte nuevo" de la postguerra, sin ser corriente hegemónica en ninguna literatura nacional. pudo existir y hasta florecer a nivel continental. Nos permite. igualmente, una idea más adecuada de la articulación de los diversos centros (!e actividad "xanguardkta". c i hien nn el establecimiento rlp? una -*jerarquía7' en términos de la importancia relativa de los mismos. Pero aquí no se trata de desentrañar ningún "problema" que pudiera formularse así: ¿hasta qué punto fue 1;i ac t i~i dad literaria di. Pwto. vislumbrada en Xas páginas del Boletín Titikaha, una manifestación local, autóctona de vitalidad cultural. y hasta qué punto un .'evo", uii "refffejo" d~ la i n t en~awtividad re- 29 Samuel Fi-isancho Pineda, directo1 de Los Andes de Puno. entrevista, Puno 1980. En 1928 se publicaban en Pixno Los Andes. El Eco. La Región y El Siglo. La Monografía del departnmmto de Pirnn de Emdio Romero (Lima, 1928) informa que para el año 1924 se pulilicaban en el departamento "'2 diarios. 6 semanarios, 3 quincenarios. 1 mensualario, 1 eventual. eri iotal: 13 put,licarione~ " (P. 312). 3 0 Tamayo Herera, p. 58. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.30-31, 1984

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