Fénix 30-31, 257-269
VANGlJARDlSMO A 3800 m.: EL CASO DEL "BOLETJN TITIKAKA" 261 tal fue fundada, los títuios q t ~ publicó. En segundo lugar. no conocemos el tiraje del Boletín, aunque sí es posible formarse una idea aproximada de su difusión mediante los numerosos canjes que enumera en sus páginas. Tam- poco sabemos por qué motivo dejó de publicarse en 1930, aunque fue éste m año funesto que vio el fraca~o o la clausura de numerosísimas publica- ciones periódicas peruanas '. Lo que sí se puede afirmar es que lo que vio la luz como una hoja men- sual de publicidad y propaganda. un boletín de una sola plana doblada para Forrnar cuatro páginas de tamaño tabloide, se convirtió en una publicacióu de alcances continentales que pregonaba. a la vez que la reivindicación de la cultura autóetona del aliiplano pprüan:-blivjano. !a renovación sociül 4 artística del continente '. Sin perder nunca del todo su función utilitaria de boletín anunciador, llegó a ser recibida y leída e11 muy diversos lugares de América, desde México y Venezuela hasta los países del Río de la Plata 'O. A primertr vista. pareeexla Lumamenteimprobable el surgimiento de una publicación cvsmcpc!ita. "de vang~ard;a". en Prmo, gélida riutlcd lacustre a 3800 metros sobre e? P ;. cl e k i nial. c q i i a ! de un rlepwtarnento a1 que se ha calificado de "Tíbet" peruano. A pesar de ser Puno uno de los departamen- tos más poblados del Perci, para fines de la década del veinte su capital -situada al borde del Lago Titicaca- contaba apenas con unos 6000 o 7000 habitantes, menos, por ejemplo, que Chucuitl o Sicuani, este último pueblo en el departamento vecino de Cuzco l'. La vida diaria tenía, indisputable- mente, mucho de aldeana ". No había universidad en e1 departamento, en cuya población de medio millón predominaban los aymara y quechua-ha- blantes, campesinos y analfabetos. Para la juventud de las capas medias 8 Entre las muchas revisia desapas14cla.; r.1; cuccri:twn Antnrcta de J c B Carlos Mariátegui (1926-1930), Nueva Revista Peruana de AlLcrto Ureta, Mariano Ibérico y Alberto Ulloa ((1929-1930) y La Sierra de J. Guillermo GLX-svara(1927-1930). También desaparecieron, a raíz de la crisis econóinica y política desatada en 1930, las "revistas de gran público" Variedudes de Clemente Palma. (1908.X9.72) y Mundinl de Andrés Avelino Aramburú, (1920.1 931). 9 En una "Nota" publicada en el Bolctin, 1, No. 14 (septiembre de 192:) 4, Chu- rata hace la siguiente llamada a loa escritores del continente americani: pA~éstanos sólo ofrecer nuestro hogar a 10%intelectuales de Yndoamérica, al que pueden y deben acudir, por que está en condiciones de servirlos con eficiencia y por que es de e l e menta1 obligación continentaiista preferir a otras estas editoriales. que no son meros organismos de industria, sino completos espectáculos de renovación ideológica". 10 Emilio V&quez, "Churata y su obra", en Gamaliel Chz~rata: Antología y alo oración (Lima: Instituto Punevlo de Cultura, 1971), p. 442, asevera que el Boletín contaba con corresponsalías en Buenos Aires, Montevideo. Santiago de Chile, Quito, México, Caracas, Maracaibo y otros sitios. 11 La Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-~t,te?iicaruleica (Bsrce!ona: Hijos de J. Espasa, Editores). Tomo 48 (19221. v. 562. indicaba la voblaciún contemaoránea de Puno , . (ciudad)' como unos 6500. Casi medio siglo antes: el censo oficial "de 1876 (íiltinio hasta el a60 1940) había arrojado una cifla de 7.032 habitantes. 12 Para una plasmación artística de la vida pueblerina de Puno para el año 1921, véase el juvenil poema-epistola de Alejandro Peralta, "A Percy Gibson", recogido en su Poesía de entretiempo (Lima, 1968), pp. 188-191. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.30-31, 1984
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