Fénix 32-33, 117-141
132 FENIX Storace en la "Unión" realizó siete salidas desde el Callao. El marino genovés parti- cipó en las primeras acciones de la guerra, cuando la "Unión" y la "Pilcomayo", tienen el primer enfrentamiento con naves chilenas en el combate de Chipana; parti- cipa y nos informa de la captuÍa del transporte chileno '.RímacW y la inmediata ex- traordinaria travesía a bordo de Ia corbeta hasta el estrecho de Magallanes, una de las hazañas más intrépidas realizadas por nuestros marinos en cualquier época; estu- vo acompañando al "Huáscar7' hasta el encuentro fatal en Punta Angamos, así como participó de la audaz acción de romper dos veces el bloqueo de Arica, uno de los más gloriosos días de nuestra marina: el 17 de marzo de 1880;luego sufre el blo- queo del Callao a bordo siempre de la "Unión". Su muerte ocurrió el 15 de setiem- bre de 1880; sospechamos que se ofreció como voluntario para, a bordo de la lan- cha "Urcos", intentar un golpe de mano en la isla San Lorenzo; mas sorprendidos los peruanos por los bloqueadores, luego de los avisos indispensables, la lancha chilena "Fresia" muy bien armada acudió al ataque; herido de bala en la pierna, el choque de las lanchas lo haría perder el equilibrio cayendo al mar y desapare- ciendo en él. Amplio escenario para guardar los restos de este distinguido italiano, símbolo de muchos otros que a lo largo de la guerra dieron muestras múltiples de cariño a esta tierra que los había acogido. Dos días antes de su muerte, había escrito las últimas líneas de su Diario "Lunes 13 de setiembre de 1880 - Sabemos por telégrafo que fue volada valiéndose de torpedos la cañonera chilena Covadonga, la cual bloqueaba Chancay". No podemos concluir estas breves líneas sin subrayar el enorme valor que en esta edición encierran las notas del desaparecidocomandante Elías; ellas dan una ampli- tud a los apuntes de Storace que rebasan sin duda los límites de una simple aclara- ción, como sugiere la idea de nota. Las acotaciones del comandante Elías superan largamente al texto mismo; mas no se trata tan solo de una extensibn mayor, sino que encierran una información que pone muy en claro la erudición que poseía tan distinguidojefe de nuestra marina. El Instituto de Estudios Histórico-Marítimosdel Perú, en preparación también del centenario de las acciones navales en la Guerra del Pacífico, a través de su Comisión de Publicaciones, emprendió la reedición de Campa8a Naval 1879, obra del perio- dista José Rodolfo del Campo, quien en 1920 recopiló las crónicas que como co- rresponsal de guerra remitió al diario "El Comercio". Con razón don Federico Elguera, al presentar la primera edición de la obra (1920) sefialaba "Escritas muchas de ellas, entre el humo del combate, no hay episodio ni detalle que dejen de consignar", añadiendo que "leyéndolas, se experimenta la sen- sación de la realidad y se entristece el espíritu con el relato de los infructuosos e ineficaces actos de vdor y de heroísmo de los marinos peruanos". Del Campo quiso servir en la Armada al declararse la guerra, mas al carecer de los conocimientos profesionales indispensables, tal pretensión resultabrr difícil de satis- facer; fue entonces cuando le solicitó al director de "El Comercio" le diera el encar- go de corresponsalj los requerimientos de del Campo fueron atendidos, embarcán- Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.32-33, 1987
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