Fénix 32-33, 117-141
BALANCE BIBLIOGRAFICO DE DOS EFEMEKIDES elevados: conoció pues, y trató a todos los personajes más caracterizados de aquella República"; fueron esas relaciones las que le permitieron tener acceso a muy abundante documentación, que aprovecharía eficientemente en su relato1 7 . Caivano escribió movido por el afán de contrarrestar la vigorosa campaíía anti- peruana que Chile llevaba a cabo en Europa; sus agentes -que se podían contar por decenas en el viejo continente habían sembrado la imagen de un Perú que provoca la guerra, idea que Caivano prueba en su obra es errada; como comentaba el "Corriere Mercantile", periódico de Génova, el 3 de junio de 1882, Chile "no contento con las victorias, calumnia a los vencidos, no respeta a los neutrales, no acepta mediadores de paz, y quiere la conquista y el aniquilamiento del adversario". Contra todo esto escribe su obra Caivano; la primera parte alcanza hasta las batallas a las puertas de Lima, que son adversas a sus defensores. y la entrada del ejército vencedor. Tomás Caivano sabemos había estado muchos años en los países envueltos en la guerra; durante esta última, volvió a visitarlos; así por ejemplo estuvo en Tacna y Arica, recogiendo de fuentes de primera mano, las versiones sobre la batalla de Tacna y el asalto a Arica; la indignación se apodera del autor, al relatar los excesos chilenos luego de esas batallas; como era previsible, las menciones a las violencias contra los súbditos italianos son reiteradas. Caivano actuó en el periodisnio vinculado al diario6'La Patria", donde tenía una sección. Sobre él hace Basadre el siguiente comentario "Caivano fue un periodista y abogado italiano que se radicó en el Perú y merece gratitud por su espontáneo y noble esfuerzo para defender a este país. El impulso que le movió a escribir este libro presenta similitud con el que llevó a Markham a redactar el suyo. Pero no tuvo, por desgracia todas las condiciones para ser historiador. Llega hasta la batalla de Miraflores y la entrada de los chilenos a Lima. Muy duro con Prado y aún más con Piérola. Las varias ediciones revelan la avidez en el público peruano por leer un trabajo orgánico y accesible sobre la guerra, necesidad que ningún autor nacional se atrevió a abastecer, después de Paz-Soldán, cuya obra tenía menos atracción para la generalidad de los lectores". Este comentario, que recogemos de la "lntroducción a las bases documentales para la Historia de la República del Perú con algunas reflexiones" (T. 11, p. 550) ignora -que no io pudo ignorar el autor- la existenciadel segundo tomo,que abarcó desde una visión de escenario geográfico del conflicto, hasta los acontecimientos subsecuentes a la ocupación de,Lima, llegando hasta el primer trimestre de 1883. Es dable imaginar que Caivano pensara en un tercer tomo que llegara hasta la Paz llamada de Ancón. Es cierto que se hicieron varias ediciones de la obra. La primera, según parece, es la que hemos mencionado al iniciar esta reseña, mereciendo en octubre del . 17. Por Juan de Arona (Pedro Paz Soldán y Unánuc), nos enteramos en su La Inmigración en el Perú, Lima, 1971, p. 160, que Caivano "llevó contratados á una hacienda de Ica", a unos cuantos de sus compatriotas inmigrantes en los días del gobierno de Manuel Par- do. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.32-33, 1987
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