Fénix 32-33, 117-141
BALANCE BIBLIOGRAFICO DE DOS EFEMERIDES 121 Es evidente que en sus más de 80 aRos, la memoria no alcanza una fidelidad muy exacta, por eso dice que "antes de su postrera salida" le "entregó una carta cena- da" coa promesa de que la abriera sólo si dejara de existir2. A 46 años del hecho, hay una diferencia de tan sólo dos meses en la entrega de tan importante documen- to. Sabemos que la Escuadra sale del Callao el 16 de mayo de 1879;la carta tiene fecha 8 de mayo desde el Huáscar, en el Callao. Quiere decir que Grau debih entregarle la carta antes de su primera salida, lo que es perfectamente lógico, pues la conciencia del riesgo en que estaba su vida, la tuvo el gran marino desde la declaratoria de la guerra. Por otra parte, es evidente que doña Dolores acató esta "última voluntad" de héroe, no abriendo la "carta cerrada" hasta después del holocausto de Angamos. 29 años más tarde, en una entrevista del diario "La Crónica" a doña María Luisa Grau Cavero, la más iongeva hija del Almirante,entonces en sus 81 años, ella dirá: "Miguel Grau no hizo testamento. Dejó solamente una carta dirigida a mi madre, escrita durante sus correrías por el Pacífico, cuyo contenido nunca he podido sa- berW3.Hasta allí lo que nos interesa en orden al tema que vamos desarrollando. Como vemos hay coincidencias; efectivamente el Gran Almirante no dejaría testa- mento; por otra parte se ratifica la existencia de la carta, aunque liama la atención que nunca la ilegara a conocer; probablemente a su muerte, el afio 1973, quedaría sin conocerla. Con relación a la entrega de la carta, hay una ligera diferencia, seme- jante a la versión de doña Dolores, cuando puntualiza que la carta fue "escrita du- rante sus correrías por el Pacífico"; a 28 años de la muerte de su madre, y en sus 8 1 aRos de edad, la pequeña variante temporal en la versión de dofia María Luisa, resul- ta plenamente explicable. Así con estos antecedentes cuando, en el proceso de preparación de la primera edi- ción del Homenaje a Grau, -mencio.nado con anterioridad- visitamos a don Oscar Grau Astete en compañía del Dr. Félix Denegri Luna y el Cmdte. Fernando Casaret- to A. y le solicitamos información sobre una supuesta (entonces supuesta) carta de última voluntad de don Miguel Grau, no fue negada. Más aún, ante una nueva in- vocación, don Oscar nos indicó que en una próxima reunión la mostraría; al volver a visitarlo -lo recordamos con exactitud-, inicialmente se retractó, pero ante la evi- dencia de la fotocopia de la publicación de Mundial, aceptó su existencia, más aña- dió que no la podía mostrar, pues en reunión familiar se había acordado mantenerla sin revelar; quizá un tanto inpertinentemente, le expresamos nuestro deseo de que fuera cuidadosamente conservada, puesto que podría darse el cgso que posterior- mente, en alguna nueva oportunidad, alguna otra reunión familiar pudiera acordar darla a conocer."No se preocupe Ud. -fue la respuesta-,la carta permanece en esta 2. A decir de la Dra. Ella Dunbar Temple, en "El 'Victorial' de Miguel Grau", p. 20-del que nos ocupamos más adelante-, "al tiempo de su enlace Doña Dolores asumía 23 (&os)...". Vale decir que si para el 12 de abril de 1867 tenía esa edad, debió nacer en 1844. 3. María Luisa Grau, nació el 23 de marzo de 1873 y murió, ya centenaria, el 8 de diciem-l bre de 1973. La entrevista que referimos estuvo a cargo del periodista Víctor Dorner, y apareció en "La Crónica", edición de la mañana del 14 de marzo de 1954. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.32-33, 1987
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