Fénix 32-33, 117-141
BALANCE BIBLIOGRAFICO DE DOS EFEMERIDES aislados casos) han respetado, repitiéndola, esta versión del Comandante Grau que, no cabe duda, describe cabalmente lo que presenció como testigo de excepción. Vano fue entonces y vana ha sido posteriormente toda intención de dar otra inter- pretación al arrojo temerario del camandante de la Esmemlda, aunque en nuestra opinión resulte muy exagerada la afirmación deprado ennd sentido de "el heróico Arturo Prat, quien no admite paralelo eq la historia. . . ". La otra mención si nos merece distinta consideración; sostiene Prado, a partir de una peculiar lectura de la Corresponder-rcia, que el f-iuásrar no despertó mayor inquietud entre las naves chilenas . En su desesperada defensa de tal tesis, sólo explicable por las circunstancias epocales en que escribe, se sorprende (!) de que Grau "llegó al extremo de pedir para el consumo de su buque carbón de Cardiff, que produce poco humo, y era por lo mismo,, el más apropiado a la naturaleza de sus expediciones y correríasw6, La crítica histórica, necesariamente desapasio- nada y siempre en el esfuerzo de la mayor objetividad, no puede menos que repu- diar comentarios tan ridículos. En primer lugar, bastaría mencionar algunos de los testimonios -también epocales- al respecto. Por ejemplo el Editorial del Times de Londres del 12 de noviembre de 1879, que reprodujo, sin comentarios, el Boletz'n de la Guerra del Pacz'jico, publica- ción oficial chilena, en su No 26 del 14 de enero de 1880. Allí se lee: 'Si los chilenos hubiesen hecho también uso de la superioridad de sus tuerzas navales, como hubieran podido hacerlo, la contienda habría, hace tiempo, llegado a su conclusión. Pero se permitió al Huáscar desafiar a buques superiores y aterrorizar al comercio chileno. Por fin prevaleció el número y el peso del metal". Mas valioso y justo nos parece el comentario que"E1 MercurioWdeSantiago de Chile del miércoles 12 de setiembre de 1979 publicó dentro de la serie conmemorativa del Centenario del conflicto, bajo el títul; 'Diario de la Guerra del Pacífico", (número 210 de la serie). Allí se leeluego de algunos párrafos de una carta del Presidente Aníbal Pinto a Rafael Sotomayor7 en el siguiente comentario: 5. Decía textualmente Prado que "las comunicaciones (de Grau) de 4 de junio, 10 de julio, 10 i 31 de agosto. . . desmienten la afirmación peruana, de que el Huáscor fue el espanto de los blindados chilenos". 6 . tilenios respetado la ortografía de original. Cardiff es el nombre de la ciudad y puerto en la Gran Bretaña (Gales), sobre el canal de Bristol, y que corresponde a una impoitante zona hullera. 7. Bueno es trascribir algunos párrafos de esa importante misiva del presidente chileno al ilustre político, don Rafael Sotomayor: "Como tu ves, tenemos ya o tendremos dentro de muy pocos días nuestra escuadra ya lista y es llegada la época de hacer algo. ;Qué haremos?'. "Hay a estc respecto aquí opiniones divergentes. Algunos piensan que no debemosempren- der operación terrestre mientras svbsista el 'Huáscar ', y que debemos principar por lanzar nuestra escuadra en su persecución hasta concluir con él. En realidad, la siisbis- tencia del 'Huáscar' será un gran estorbo para nuestras operaciones. Una vez empren- dida alguna operación terrestre, nuestra escuadra tendrá que contraerse a proteger convoyes y transportes, y mientras tanto el ' Huáscar ' hostilizaría impunemente nucs- tros puertosi* Todo esto es verdad, pero al mi'sino tiempo no crep seguro que,podamos apresar y hun- dir al 'Hitáscar' y si esto no sucediese, i que hariamos? ¿Nos quedaríamos eternamen- te en Antofagasta?. . . . Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.32-33, 1987
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