Fénix 32-33, 80-95
84 FENIX a las cuentas del tesoro público, se tiene noticia de varios de los gastos que se hicie- ron en Chincha para fomentar el culto cristiano: a fray Domingo de Santo Tomtis se le entregaron 3 10 pesos para la compra de ornamentos eclesiásticos, de vino, acei- te, cera, y de otros elementos necesarios para celebración de la misa; a Pero Martin. carpintero, se le pagó 100 pesos por enmaderar la flamante iglesia; el mercader Antón Pinto recibió 62 pesos por la venta de un altar, dos paños de manos, dos varas de lienzo. ocho varas de manteles, etc. ' '. Asimismo, es significativo anotar el gasto de 500 pesos efectuado en favor de Diego de Agüero, encomendero de Lunahuaná, por haber cedido medio millar de fanegas de maíz, que se requerían para la comida y sementera de los naturales de Chincha: dato importante, pues demuestra las dificultades de subsistencia de los habitantes del valle sureño luego del reordenamiento político-social introducido por la con- quista espaílola. En total, los egresos contabilizados durante los primeros siete años de administración por parte de la Corona ascendieron a 3.504 pesos 6 tomines 6 granos (poco más de 1.577.000 maravedis) ' s. Bastante mayor fue la cuantía que, durante ese mismo lapso, se recaudó por concepto de tributo. En la exacción tributaria desempeñó un papel fundamental la figura del curaca ' '; señalan los textos que el primer señor que gobernó en Chin- cha bajo administración de la Corona se llamaba Suatun, y que su sucesor fue Atunca, quien recibió con el bautismo cristiano e1 nombre de Hernando. Deatrn de los rubros que conformaban el tributo pueden distinguirse tres categorías: meta- les preciosos (oro y plata de diferentes leyes), especies y servicio personal. En cuan- to a las especies, predominaban las entregas de maíz y de trigo, así como de colcho- nes de algodón, mantas "de la tierra", vestidos de mujer, camisetas y otros géneros de ropa. Si bien está asentada soiamente una referencia a contribución en mano de obra, hay indicios que nos llevan a afirmar que la fuerza laboral de los nativos de Chincha fue utilizada frecuentemente -sin retribución de ninguna clase- durante aquella etapa inicial. La referencia documental en cuestión alude a "ciertos aprove- chamientos que dieron en traerropa desde la puerta de la mar hasta esta ciudad [Lima], de particulares') a fines de 1 5422 O . Haciendo un resumen de la tributación aportada cada año a las arcas fiscales, se construye en torno a la encomienda de Chincha el cuadro siguiente: 17. A C.l. Contaduría, 1679, No. 1. 18. Ibid. 19. Sobre la importancia de la posición que ocupaban los curacas entre los indios tributarios y los españoles, véase por ejemplo Nathan Wachtel, Los vencidos, Los indios del Perú frente a /a conquista española, 1530-1570, tr. de Antonio Escohotado (Madrid: Alianza Editorial, 1976), p. 199. 20. A.G.I. Contaduría, 1679, No. 1. Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.32-33, 1987
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