Fénix 32-33, 80-95

LA ENCOMIINDA REAL EN CHINCHA 87 él thenía en su casa muchos yndios que le servían y le davan lo que avía menester para el gasto della", apuntan en una carta los burócratas agraviadosZ5.Esa confor- table situación abrió pronto los ojos de Gonzalo Pizarro, el tiránico gobernante que regía entonces la colonia, quien decidió la conveniencia de colocar bajo su propio mando a los nativos del repartimiento de la Corona. A fin de guardar la formalidad requerida por las leyes, el 17 de enero de 1545 se llevó a efecto en la capital del virreinato una información de testigos, convocada con el propósito de averiguar las causas del alarmante decrecimiento demográfico de Chincha e indagar los remedios más apropiados para la conservación de esa comuni- dad. En dicha probanza vertieron sus declaraciones: Nicolás de Ribera el Viejo y Cristóbal de Burgos (comerciante de linaje morisco), vecinos de Lima; Diego Maldo- nado el Rico, Gabriel de Rojas, Juan de Porras y Martín de Salas, vecinos del Cuzco; y Rodrigo Suárez de Carvajal, pariente del malogrado factor26.Puede ser interesan- te extraer algunas noticias de la mencionada encuesta, especialméntt: debido a su ca- rácter temprano, no obstante que todas las versiones se o r i e j a n de acuerdo a una misma intención. Respondiendo a la pregunta de cuánta pob1;ición existía en Chincha al ponerse el re- partimiento bajo control de la Corona, ~ib!ra el Viejo expresa tener conocimiento de que había entonces veinticuatro "caciques de dúho" y que "quiso saber por vna lengua que llevaba que se dezía don Francisco qué yndios podría aver en la dicha provincia de Chincha, y le dieron por cuenta por sus q u i p ~ s que avía diez mil1 yn- dios, y antes mas que menosw2'. Tal cifra de habitantes -que hemos de entender como tributarios o jefes de familia- se halla repetida en las deposiciones de otros testigos. Por lo que atañe al número de pobladores que debía de haber en el valle al momento de llevarse a cabo la encuesta, las contestaciones de los colonos son más diversas; pero cabe otorgar preferencia a la declaración del capitán Diego Maldo- nado, el cual manifiesta hallarse informado de una fuente fidedigna. Este rico veci- no cuzqueño dio por respuesta que: "avrá vn mesopoco mis o menos, que viniendo del Cuzco a esta cibdad [~ inla]pasó por la dicha provincia de Chincha v se ynforrnó de vn español que a estado allí muchos años, que 8-3 : se llama Juan (sic) Moreno2 , y le dlxo que podía avei en Cliincha dos niill yndios poco más o menos, y avn más le dixo que si del arte que agora se tratan y se an tratado después que Su Magestad los tiene pasa adelante, que de aquí a tres o quatro años no avrá yndio en ella"29. 2 5 . A.G.I. Justicia, 1072, Za.pieza, f. 56. Carta dcl tesorero Alonso Riquelme, el contador Juan de Caceres y el veedor Garcia de Salcedo al rey (Los Reyes. 2 de enero de 1546). Véase también Raúl Porras Barreriechea, Los cronistas del f'erú, 1528-1650 (Lima: San- marti, 1962),p. 170-171. 26. A.G.1. Justicia, 1079, Ia.pieza, f. 15-18v. La realización de esta probanza fue ecordada por el gobernador Gonzalo Pizarro, el arzobispo Jerónimo de Loaysa, el oidor Diego Váz- quez de Cepeda, el contador general Agustin de Zárate, el tesorero Riquelme, el canta- dor Cicercs y el vccdor Salcedo. 27. lbid., f. 15%'. 28. Trátase probablemente de Francisco Moreno, individuo que sirvió de estanciero en el vnllc de Chincha dcsde agosto de 1541 hasta enero de 1545, tiempo durante el cual reci- bió un sueldo acumulado de 499 pesos (cf. A.G.! Contaduría, 1679, No. 1). Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.32-33, 1987

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