Fénix 36-37, 125-145

LIBROS PROFANOS Y SAGRADOS BIBLIOTECA A. DAVALOS 129 corona de Aragón, fruto de una minuciosa pesquisa documental llevada a cabo por el zaragozano Jerónimo Zurita y Castro, que laboró muchos años como secretario del Consejo de la Inquisición (N"). Por su parte, el historiador y genealogista guipuzcoano Esteban de Garibay y Zamalloa aporta su Compendio historial de todos los reinos de España, obra en cuatro tomos (N"), a la vez que el sacerdote toledano Francisco de Rades y Andrada, individuo del hábito calatraveño, expone su crónica de las instituciones caballerescas de SantiagoCalatrava y Alcántara (N"). Saliendo más allá de los confines de la Península Ibérica, pero siempre dentro de la disciplina historiográfica, encontramos al cronista florentino Matteo Villani, escritor de mediados de la decimocuarta centuria que continuó la tradición de las letras dentro de su familia ( N9 4 ) . Fray Jerónimo Román, agustino logroñés, y el beneficiado Gonzálo de lllescas son dos autores del Siglo de Oro castellano que se ocuparon de temas de la historia universal (N" y 4). La decisiva influencia ejercida por el Renacimiento Italiano se percibe también en el campo del estudio de los hechos pretéritos; en nuestro elenco tiene cabida el alejandrino Apiano, súbdito del Imperio en el siglo II, que compuso una historia de las guerras de los romanos (NQ2), figura igualmente su contemporáneo Marco Justino, conocido por el extracto que realizó de la obra histórica del clásico Trogo Pompeyo (N-91, y hay un lugar para el monje Franciscano Faustino Tasso, oriundo de Venecia, que hacia las postrimerías del quinientos escribió Le historie de successí de nostri tempi (NQ33). Dentro de los cultivadores de las bellas letras, podemos distinguir primeramente a aquellos escritores que aparecen en la biblioteca limeña de 1583 con obras de tipo compendioso y genérico. El marqués de Santillana, admirador de Dante y Petrarca, redactó un centenar de copias rimadas a manera de Proverbios de gloriosa doctrina o fructuosa enseñanza, dedicados al infante don Enrique de Castilla (N" 4), y otro aristócrata caste- llano del siglo XIV, don Jorge Manrique, ideó las famosas coplas a la muerte de su padre (NV6) . Militar y poeta inspirado en la métrica petrarquista, el toledano Garcilaso de la Vega dejó una serie de textos que fueron editados póstumamente, con luminosas anotaciones, por Fernando de Herrera (NQ 15). El napolitano Jacopo Sannazaro, presente en nuestra lista con sus Opera omnia vertidas al latín ( NV8 ) , marcó una profunda huella en la literatura española del período que analizamos. Y también cabe mencionar en este parágrafo al poeta florentino Luigi Alamanni, cuyas Opere toscane significan una colección de elegías, sonetos, fábulas y epigramas (NQ 42). Un repaso de las manifestacionesde literatura en prosa evidencia la influencia recíproca que existió entre los hombres de letras itálicos e ibhricos durante la época quinientista (16). La Arcadia, célebre ficción pastoril publicada en 1504 por Sannazaro (NQ18), sirvió de modelo en España a una extensa colección de novelas de semejante género, entre las cuales destaca la Diana enamorada -muestra del amor austero, puritano- realizada por el Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.36-37, 1990-1991

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