Fénix 36-37, 125-145

LIBROS PROFANOS Y SAGRADOS BIBLIOTECA A. DAVALOS 131 portugués Juan Fragoso, cirujano y botánico, miembro de diversas expedi- ciones científicas del siglo XVI (NV9) . Por otra parte, el astrónomo y natura- lista Bernardo Pérez de Vargas, avecindado en Málaga, tiene el mérito de haber redactado el primer libro en castellano consagrado exclusivamente al arte de los metales: es su De re metálica, que se editó en 1569 (NV4) . Y el leonés Juan Arfe y Villafañe, platero, grabador, cincelador de dilatada experiencia, ocupa asimismo un lugar importante con su tratado sobre la labor de los metales y piedras preciosas (NV2). Un texto de primer orden para tomar noticia del comportamiento ideal de los hombres palaciegos en el Renacimiento es, sin duda alguna, El Cortesano del conde Baldassare Castiglione, que fue traducido en España por el poeta Boscán (NV2); obra que constituye el producto de las vivencias adquiridas por el autor mantuano a lo largo de su carrera diplomática en las cortes de Italia, Francia, España e Inglaterra. Semejante propósito de fijar un modelo para la conducta de los sujetos políticos se encuentra en el palentino don Francisco de Castilla, elegante autor de copias de la mitad de la centuria decimosexta (NV3) . A esta misma época pertenece el jurisconsulto Bartolo- mé Frías de Albornoz, catedrático de leyes de la Universidad de México, que en 1573 dio a publicidad un macizo estudio sobre la institución contractual (N-5). Orientaciones relativas al manejo de los negocios públicos y priva- dos interesaban, desde luego, a un burócrata castellano destinado a servir lejos de la metrópoli. Además, debemos mencionar la obra musicológica del dominico fray Tomás de Santa María, titulada Arte de tañer fantasía, que ofrece pautas para tocar instrumentosde teclado y de cuerda (N"). III. MATERIAS SAGRADAS EN LA BIBLIOTECA Conforme se ha indicado anteriormente, en el segundo fardo de libros reunidos por Antonio Dávalos predominan las obras concernientes a materias sagradas. A fin de asignar mayor claridad a esta aproximación interpretativa, será útil dividir los textos del mencionado grupo en cuatro categorías: libros de rezo eclesiástico; obras pertenecientes a fray Luis de Granada, el autor místico más relevante de la época; tratados de otros escritores ascéticos; textos religiosos di versos s. Para empezar, y respetando el propio orden establecido en el manuscrito, hay que consignar un libro para el rezo del oficio divino (NV3 ) . Este coincide probablemente con la Instrucción y arte que sobre el tema publicó el Franciscano Alonso de Medrano, lector en el monasterio de Tordelaguna (Castilla). Además, figuran varios otros volúmenes consagrados al rezo eclesiástico, tales como un par de misales de gran tamaño, media docena de breviarios de diferentes formatos y extensión, un iurnos, otro par de horas relativas a la devoción de la Virgen María y un libro con el oficio de la Semana Santa 45, 46, 47, 48, 50, 51. 53). Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.36-37, 1990-1991

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