Fénix 36-37, 60-124

CUARTO DE SIGLO ESCUELA NACIONALDE BIBLIOTECARIOS 77 representante de los egresados de ella y un representante de los alumnos. (E/ Peruano 3 de mayo de 1946). Según el Dr. Basadre la elección de los personeros fue democrática (Basadre, 1981 : 502). El Patronato encargado de supervigilar el funcionamiento de la Escuela estuvo constituido del siguiente modo: por los bibliotecarios peruanos egresados de escuelas extranjeras: Carmen Rosa Andraca y Carmen Ortiz de Zevallos; por los profesores de la Escuela: Amalia Rosa Tola y Luis F. Málaga; por los egresados de la Escuela: Amalia Aubry, por los alumnos de la Escuela: Alfonso de Silva (Boletín de la Biblioteca Nacional 28:15). El Patronato fue un medio para garantizar la subsistencia de la Escuela y un organismo de asesoramientodel Director de la Biblioteca Nacional en lo concerniente a aquella, sobre todo ante la posibilidad de que éste no fuera bibliotecario profesional. El Patronato cumplió un papel importante en la marcha de la Escuela y se acreditó a tal punto que Decretos y Resoluciones Supremas, posteriores a su creación, agregan a sus considerandos: "... y de acuerdo con lo opinado por el Patronato de dicha Escuela: Decreta ...". El Patronato se encargaba de determinar los programas y los cursos de cada uno de los años de estudio (D.S. de 3 de abril de 1948), de designar el jurado para la sustentación de tesis, de calificar la práctica administrativa que debían presentar los exalumnos "Auxiliares Técnicos Bibliotecarios" que quisieran optar el título de Bibliotecario (R.S. de 28 de agosto de 1948). El año 1949 la señora Cristina Duarte de Morales sucedió en el cargo a Carmen Ortiz de Zevallos; el Director de la Biblioteca Nacional y por ende de la Escuela de Bibliotecarios era en ese entonces el Ingeniero Cristóbal de Losada y Puga, quien rigió los destinos de ambas instituciones desde el 18 de julio de 1948 hasta su muerte, acaecida el 30 de agosto de 1961; el ingeniero de Losada no tenía la formación bibliotecológica que tuvo el Dr. Basadre, no obstante ello, la competencia profesional de los jóvenes que se formaban en la Escuela fue su preocupación constante; refiere la Srta. Teresa Silva Santisteban, que seguía de cerca la práctica profesional de los alumnos y sus trabajos finales, interesándose por las tesis de cada uno de ellos (2), durante su administración se promulgaron dispositivos importantes para la profesión de bibliotecario tales como la reglamentación de la práctica profesional, dándole entre otras características la de ser "rotativa" en los diferentes Departamentos de la Biblioteca Nacional; se comenzó a otorgar el título de "Bibliotecario" y se aprobó el Estatuto-Reglamento de 1956, que reguló la vida de la Escuela durante muchos años. (2) Su preocupación respecto de las tesis fue tal que en el Decreto Supremo No. 12, que se diera durante su administración, hizo que ei ari. 90. se consignara que la tesis debía ser "orientadapor un profesor designado por el Director de la Escuela ..." Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.36-37, 1990-1991

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