Fénix 36-37, 60-124

CUARTO DE SIGLO ESCUELA NACIONALDE BIBLIOTECARIOS 87 bibliotecarios de referencia en idioma inglés, con el objetivo de imponerlas en nuestro medio, lo cual fue cortado con energía; a dos profesores hubo de traducírseles las lecciones para que ellos las leyeran en clase pues no dominaban el español; se dio también el pintoresco caso de un profesor que a poco de iniciadas las clases, sintiendo la nostalgia de ios suyos, trató de embarcarse de regreso a su tierra natal, grande fue el esfuerzo desplegado para que accediera a permanecer hasta el final del Curso (Basadre, 1981); en algún otro. hubo que rectificar el plan o el contenido de las lecciones por no estar de acuerdo con nuestra realidad o con las necesidades de los alumnos. A pesar de todo, profesores y alumnos, guardaron recuerdos amables de aquellos días : el paseo a la fábrica de papel; las pequeñas reuniones de camaradería; el contacto diario entre profesores y alumnos, dentro y fuera del aula, que los fueron compenetrando cada vez más a pesar de la diferencia natural de idiosincracia y de generación. Terminado el primer Curso /OS profesores norteamericanos regresaron a su país; el profesor cubano, Jorge Aguayo, pudo permanecer algún tiempo más colaborando en la organización del Departamento de Catalogación y Clasificación, pero antes del nuevo curso abandonó el Peru; sin embargo, era necesario que la Escuela continuase con su labor de formar profesionales bibliotecarios; la fuerza de las circunstancias y una fuerte dosis de optimismo llevó a organizar un segundo curso cuya planta docente estuvo constituida en su mayor parte por exalumnos. Dictaron las clases los doctores: Jorge Basadre, Alberto Tauro y Luis F. Xammar y las exalumnas: Carmen Rosa Tola, María Elisa de Otero, Agustina Musante, Olivia Ojeda. Lucy Remy, Abigail G. de Velezmoro. Para las exalumnas era la primera experiencia docente, si bien en los meses que mediaron entre el término del primer curso y el inicio del segundo se ejercitaron arduamente en la organización de los diferentes Departamentos de la tercera Biblioteca Nacional; además, en esta oportunidad se dictó sólo una parte de las materias de la profesión (Basadre, 1945). En el Curso de 1946, el profesorado de las materias técnicas se vio incrementado por la presencia de Luis Málaga, exalumno perteneciente a la primera promoción, quien al término de las clases viajó a los Estados Unidos de Norteamérica a perfeccionarse en Administración de Bibliotecas, así mismo participó en el dictado de clases Carmen Ortiz de Zevallos, bibliotecaria graduada en Madrid en 1934, y que venia colaborando en la Escuela desde 1944 en calidad de Secretaria de la misma. Los cursos no técnicos fueron dictados por Alberto Tauro, Sebastián Salazar Bondy y Luis A. Paredes Stagnaro. En esta ocasión hubo otros factores?como lo veremos más adelante, que coadyuvaron a una mejor enseñanza. En 1947, salvo pequeños cambios, la planta docente fue la misma: otro tanto ocurrió en los años posteriores. Si bien para el curso de apertura de la Escuela fue preciso traer profesionales extranjeros para el dictado de los cursos técnicos, en lo sucesivo se recurrió a profesionales peruanos Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.36-37, 1990-1991

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