Fénix 36-37, 60-124

CUARTO DE SIGLO ESCUELA NACIONAL DE BIBLIOTECARIOS 99 sesenta, rebajó el porcentaje de la asistencia al 75% total de las clases y permitió que los alumnos pudiesen llevar un curso de cargo; de igual modo dictó muchas otras disposiciones que fueron poniendo a la Escuela a tono con las circunstancias tomando como base los resultados de la experiencia. Realmente todas las reformas que se introdujeron en la Escuela fueron determinadas por el Patronato, y es que era el organismo más indicado para ello ya que, como hemos visto, estaba constituido por especialistas presididos por el Director de la Biblioteca Nacional, que era la máxima autoridad de la Escuela. A través de la lectura de los documentos y de la entrevista con profesores y autoridades de la antigua Escuela de Bibliotecarios he podido percibir la preocupación permanente del Patronato por mantener un elevado nivel de enseñanza; también se interesó -especialmente en los últimos años de la década del 60- por la incorporación de la Escuela a una de las universidades nacionales. Respecto de la matrícula, era anual, aun en los primeros años en los que la duración de los estudios fue de 5 o de 6 meses. Los alumnos abonaron, durante el tiempo que pagaron sus estudios, una cantidad mínima. La suma que cancelaron los alumnos de la primera promoción fue de 25 soles (Anónimo, I), igualmente los de la segunda (Anónimo, 111); en 1948, los derechos de matrícula y estudios fue de 50 soles pagaderos a razón de 25 soles, al inicio de cada cuatrimestre (Bol. de la Bib. Nac. No.l1:30); en 1949, igual cantidad, pero debieron pagar el total al inicio del año escolar (Anónimo, VII). Para 1956 ya existían becas para aquellos alumnos que lo requiriesen y expusiesen ante el Profesor-Inspector las razones que justificaban la solicitud; la beca era por un año aunque podía renovarse. El pago de los estudios se siguió efectuando por espacio de más o menos una década más. El Dr. Lohmann Villena en su Memoria de 1968, como Director de la Biblioteca Nacional, al referirse a la' Escuela de Bibliotecarios manifiesta: "...La instrucción como en todas las instituciones estatales de enseñanza superior, es gratuita." (Lohmann, 1968) y, prácticamente, así continuó hasta el momento de la transferencia de la Escuela a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, ya que si bien había que abonar dinero por concepto de matrícula era una cantidad pequeña, realmente simbólica (Comunicación verbal: Srta T. Silva Santisteban, N. Mac Kee, C. Puntriano, T. Escobar, Portocarrero y otros). B) Aspecto Académico En las década del 50 y del 60, respecto de los profesores, no hubo mayores cambios, los cursos técnicos estwieron en manos de los exalumnos de la Escuela de Bibliotecarios, algunos de los cuales habían seguido, en diferentes oportunidades, cursos de perfeccionamiento en el extranjero, otros se encontraban realizando valiosa labor profesional. Los cursos de cultura general estuvieron en manos de profesionales destacados en su propia especialidad, entre ellos figuran: Cristóbal de Losada y Puga, Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.36-37, 1990-1991

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