Fénix 36-37, 60-124

curso en el mes de marzo siguiente; y de la nota que obtenga en este examen se le descontará /a mitad del exceso sobre 11 y el resultado será la nota final del alumno en e/ curso. No podrá dar examen de aplazado de más de dos cursos" La nota final del primer año de estudios se obtenía promediando las notas de los diversos cursos teóricos y prácticos, teniendo en cuenta el peso que el Patronato hubiese fijado; tanto de la nota final del año de estudios, como de las parciales de cada curso se obtenía la fracción hasta la centésima, esto venía desde la primera promoción y es que para obtener los puestos en la Biblioteca Nacional se hacía por estricto orden de mérito, las fracciones servían para esta finalidad. La nota final del segundo año se do en dos la suma de la nota de los cursos teóricos y medio se sumaba a la nota de la práctica profesional, la cual se lograba promediando las notas parciales obtenidas en cada Departamento de la Biblioteca Nacional, afectadas cada una de ellas por el peso establecido por el Patronato, el total se dividía entre dos. Los alumnos que no aprobaban un año de estudios debían repetir Íntegramente dicho ano, a excepción de los cursos cuyo promedio h pasa matricularse en el segundo año debían cursos del primero en absoluto; el mismo Estatuto-Reglamento establecía que i.ii~ (gún alumno podía matricularse más de dos veces en un mismo año de estudios; en casos excepcionales "...siempre que el Patronato así lo acuerde por los dos tercios de los votos prescltntes ..." jarl. 59", se podía peri;;itir a un alumno que estudiase u n ano hasta por tercera vea. En 1966 continuaba tomándose tres exámenes escritos al ano se Mac Kee. Una profesión como la del bibliotecario requiere una capacitación eminentemente práctica, los directivos de la Escuela lo tuvieron siempre esente, y tuvieron también la posibilidad de brindar al alumnado ión teórico-práctica dado su vinculación con la Biblioteca porciona no sOlo Departamentos bien organizados para e práctica profesional, sino, todo su fondo bibliográfico para la parte práctica de los cursos técnicos; el Profesor Auxiliar de cada curso solicitaba el material bibliográfico que se necesitaba a los Departamentos correspoa- dientes de la Biblioteca Nacional y en carritos de varios pisos eran llevadas las obras a los salones de la Escuela; de modo que los alumnos -de las décadas que estudiamos y posteriormente- dispusieron de ese material además del de la Biblioteca de la propia Escuela; todo ello redundaba en la competencia profesional de los egresados de ese centro de estudios. La enseñanza se vio favorecida por el reducido número de alumnos admitidos a seguir estudios así como por la prohibición de la asistencia de alumnos libres, de la que estaban exceptuados los profesionales egresados de la Escuela y los miembros del personal de la Biblioteca Nacional (art. 2 6 V e l Estatuto- Reglamento de 1956); aunque existió esta excepción fue rarísimo el caso de los exceptuados que se acogieron a ella y sólo por una asignatura Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.36-37, 1990-1991

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