Fénix 36-37, 60-124

Pública para inscribir los títulos de Bibliotecario expedidos por la Escuela Nacional de Bibliotecarios, y otro de registro de títulos, en la misma Escuela. Lamentablemente. de los años que estudiamos en este capítulo, no ha sido posible encontrar programas de los cursos, de modo que es imposible presentar los cambios que se produjeron en ellos, sobre todo su enriquecimiento, determinado por el avance de la Bibliotecología. C) Significado de la Escuela Nacional de Bibliotecarios La Escuela de Bibliotecarios que fuera creada para preparar personal científicamente capacitado para colaborar en la reconstrucción y organización de la Biblioteca Nacional y posteriormente en su administración, fue ampliando -según dispositivos gubernamentales- el ámbito de trabajo de sus egresados. No habían transcurrido tres años de su creación cuando se expidió el Decreto Supremo de 25 de abril de 1946, el cual en su artículo 1"xpresaba: La finalidad de la Escuela de Bibliotecarios de Lima consiste en la preparación del personal que debe integrar la Biblioteca Nacional y paulatinamente el de las otras bibliotecas depen- dientes del estado, pudiendo también los graduados trabajar en bibliotecas institucionales o particulares. En el mismo sentido aunque más terminante es el artículo 1"el Decreto Supremo de 14 de noviembre de 1955, el cual dice: "La Escuela Nacional de Bibliotecarios preparará el personal técnico necesario para el servicio de la Biblioteca Nacional, así como de las otras bibliotecas del país, sean públicas, institucionales o privadas". La aparición de la Escuela Nacional de Bibliotecarios contribuyó indudablemente al desenvolvimiento de una conciencia bibliotecaria en nuestra patria, a la mejor y más completa utilización de los recursos de información, así como a la socialización de nuestro primer repositorio bibliográfico antes patrimonio de una élite intelectual y a su incorporación a la vida y a la historia del Perú contemporáneo. Muchas fueron las tareas que desempeñó la Escuela de Bibliotecarios desde los primeros años de su existencia, ellas no se redujeron a las efectuadas en favor de la Biblioteca Nacional, sino que rebasaron el ámbito de ésta. En cuanto a ella, los primeros bibliotecarios egresados, en número de 14, se distribuyeron en sus diferentes reparticiones e iniciaron la tarea de reorganizarla según las técnicas de la Bibliotecología moderna, y así: gracias a un laborioso esfuerzo, tres años después de haber egresado la primera promoción entraba en funcionamiento el primer Departamento de la Biblioteca Nacional, el de Niños; fue éste el primero que se abriera al público en recuerdo del triste episodio que le ocurriera al niño que más tarde, ya hombre, se encargaría de reconstruir por segunda vez la Biblioteca y cuya entrada como lector le fuera Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.36-37, 1990-1991

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