Fénix 36-37, 60-124

Bibliotneconomie (1). En América Latina la difusión de las técnicas para la catalogación y clasificación de libros fue desigual en los diferentes países, vinculada en cada caso, con la situación económica y con el desarrollo cultural; con el incremento de las bibliotecas y con las dificultades experimentadas por los estudiosos en sus investigaciones, quienes en algunas ocasiones -dándose cuenta que la ausencia de las técnicas de catalogación y clasificación, y aún de catálogos, no les permitían usar todos los fondos bibliográficos de la biblioteca, amén de la pérdida de tiempo- propiciaron la implantación de las nuevas técnicas bibliotecológicas. Uno de los países que en esta materia marchó a la vanguardia fue Argentina; Finó y Houcarde, remontan el antecedente bibliotecológico argen- tino más antiguo a 1767 (1952 : 3 y SS.),se trata de un catálogo redactado por los jesuitas de Córdova, el que recoge no sólo las obras de su rica biblio- teca, sino que indica las normas que se han seguido en la compilación del mismo; éstas bajo el título de Advertencias encabezan el catálogo; luego, el cuerpo mismo del catálogo está dividido en tres partes, en la primera están las obras por orden alfabético del "nombre de pila" de los autores traducidos al latín, y al margen de cada asiento se señala el estante, el cajón en el que se encuentra la obra. En la segunda parte se asientan las obras por orden alfabético de los apellidos en su idioma propio, un número al margen remite a la página correspondiente a la primera parte. En la tercera se asientan las obras. en algunos casos por título y en otros por asunto. Al final aparece el reglamento de la biblioteca, el que por estar redactado en latln, hace suponer que la biblioteca estaba destinada a los religiosos y a lo sumo a seglares cultos. Aparte de este precedente bibliotecológico existen en ese país muchos otros, aunque muy posteriores, de un siglo después; así por ejemplo el caso de Don Faustino Sarmiento, quien entre 1853 y 1888 escribió artículos acerca de la importancia cultural de las bibliotecas, así como sobre lo concerniente a la selección de libros, registros, inventarios y organización administrativa de las mismas. En el mismo siglo pasado otros estudiosos eminentes hicieron uso y publicaron trabajos referentes a la clasificación y catalogación que se empleaba en Norteaméricay en Europa. A comienzos (1) Nelly Mac Kee indica que en 1826 Martín W. Schrettinger en su Essav of a Comolete testbook of Librarv Science (Munich) sugirió la creación de escuelas para entrenamiento de bibliotecarios y años más tarde, en 1874, F. Rullman, bibliotecario de la Universidad de Freiburg, diseñó un curso de bibliotecología para el nivel superior "el cual parece que nunca se dictó". Así mismo hace mención que en la Escuela de Chartes (Francia) a partir de la reforma de 1846 "inició a sus alumnos en la clasificación de archivos y bibliotecas"; vemos que se habla sólo de "clasificación" dándose preeminencia a los archivos; la archivología es una disciplina autonóma como lo es la bibliotecología (1 966:245). Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.36-37, 1990-1991

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