Fénix 39, 44-55

Y con la duda ya sembrada, el narrador añade: ((Tú, que me lees, ¿,estás seguro de entender mi lenguaje'?)), cuando todo el discurso ha transcurrido en tiempo pasado, un giro hacia el presente, y el tono apelativo dirigido a la segunda persona, en un discurso que permanentemente recurre al singular y al plural de la primera persona, atrae nuestra atención y nos involucra a nosotros, sus lectores contemporáneos en este antiguo enigma. Esta Babel es una magmífíca alegoría del cosmos, pero tambicn lo es de la mente humana, pues ¿,quién conoce con exactitud su funcionamiento intrincado y caótico'? Ante la imposibilidad del lenguaje de abarcar la totalidad, la matemática, la fría y perfecta matemática con sus símbolos y valores impersonales y absolutos intenta representar magnitudes y formas para comprenderlas y operar sobre ellas como en las fórmulas mágicas. Es por elloque la Bibliotecaasume una estructu.raperfectamentegeométrica.Habría que preguntarse la razón de esta forma en particular; cabe una decisión arbitraria de Borges, o razones simbólicas: No podemos olvidar que el hexágono es la forma del sello de Salomón según una tradición hermética, que según la cábala el seis es el número de la belleza y del intelecto, y tampoco podemos olvidar el hcxagrama, la forma básica de la escritura china; o el hexámetro, el verso de la poesía clásica formada por seis pies. La afirmación aristocrática de un valor superlativo cn el concepto de la elegancia del mundo es constante en el cuento y, la elegancia del cosmos aunque ésteo sus lcycs nos sean desconocidos, inaccesibles, semanifiesta en su belleza, su simetría y armonía, en una palabra, en su Orden. Ante la salvaje soledad que lo rodea, ante el caos reinante a su alrededor, ante la inmincncia de un sistema que se desmorona lcntamcnte, el narrador nos dice que el acto escritura1 es su salvación. Nos describe un universo desolado, sordamente dcscsperado y sumido en la ignorancia y el más profundo fatalismo: «La certidumbre de quc todo está escritonos anula o nos afantasma (.. .). Yo conozco distritos en que losjóvenes se prosteman Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.39, 1997

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