Fénix 39, 57-81
No debe olvidarse, al fin y al cabo, la formación original de José Durand como filósofo. En toda su obra y su actitud frente a la vida, primó siempre una búsqucda de lo estético, de las formas bellas, dc los sentidos puros e inteligentes. Fue un crítico de arte -en el sentido más amplio de la palabra- guiado por una profunda disciplina espiritual. LA BIBLIOTECA DEL INCA GARCILASO RECONSTRUIDA Sc conoce el inventario dc la biblioteca de Garcilaso de la Vega, formalizado poco después de la muerte del Inca en su casa de Córdoba, en abril dc 161 6, graciasa la diligente labor investigadoraquedesarrollóel erudito andaluz José de la Torre y del Cerro (quien publicó e1rcspcctivo documcnto más dc sesenta años a t r á ~ ) . ~ Pero la colección bibliográfica,compuesta de 200 volúmenes y unos quinientos cjcmplares sueltos de los Corneiztario,~ reales en su primera edición (1 609), representa desde el punto de vista cuantitativo una aportación sólomediocre. Si comparamos este conjunto de libros con otras coleccioncs inventariadas en España a principios del siglo XVII, puede decirse -de acuerdo con Maxime Chevalier- que la biblioteca del Inca entra en cl grupo dc colecciones de «razonable importancia)), compuestas por algunos ccntenarcs de volúmenes, que poscían gentes de mediana categoría social, como teólogos, letrados, médicos o artistas.' En un artículo publicado en 1948en la Nueva Revistu de Filologiu Hispánica, José Durand transcribió el inventario de la biblioteca privada del Inca y expuso, además, una relación complementaria de autores citados en las obras garcilasianas quc no aparecían en ese documento. Algunos de los libros ausentes quizá fueronregalados, o seextraviaron,o quedaron destruidos por cl continuo uso de su dueño. Extraña sobre todo la falta de los grandes exponentes dc la literatura española del Siglo de Oro, como si el narrador ciizqueñohubiese queridoignorartotalmentecl nuevoartcbarroco,conceptista y culterano, por lealtad al renacentismo aprendido durante sus años de formación en Mantilla. A grandes rasgos, se pueden reconocer cuatro categonas de textos en la bibliotcca garcilasiana: ( I ) clásicosde la Antigiiedad Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.39, 1997
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