Fénix 4, 774-784
POR LO ESPEC~FICO Y LO GENERICO EN LA C,RTALOGACIÓN 775 14 inglesas, 4 españolas, 2 belgas, 2 árabes, una dinamarquesa, una holancl'esa, una suiza y las varias estadounidenses recientemente desarrolladas, sin que exista todavía ninguna que citar de los países iberoamericanos. Revista de los problemas de la ficha. No puede decirse lo mismo de la catalogación clescriptiva, esto es, d e la que regula las formas de representación de la irnidad bibliográfica en la ficha, en cuya labor, desde la promulgación del C6digo de 1908, se h a llevado a efecto un trabajo revisionista tan fructífero que hoy existen leyes catalo- gráficas como las que se prescriben en las Normas para la catalogación de ínzpresos de la Biblioteca Apostólica Vaticana (ed. espaiíola, 1940) y en las 3. L. A. Catalog rules, az2thol.s and title entries (211. ed., 1941 ) , para: no men- c i o ~ a r sino las que ahora tienen mayor autoridad en el mundo. Si ninguna de ambas ejerce todavía jurisdicción internacional se debe a que, como sucede en la esfera de! derecho positivo, han de ser previamente adaptados a los ca- racteres del medio, con las modificaciont.~,correcciories y supresiones que de+ termine la jurisprudencia indispensable en cada país, dependiendo su esta- btccimicnto, en todo caso, del imperio nacional que antes hubieren asumido. Sin e:nbzrgo, I-iemos de ad:mitir que en la ficha -concebida como la ima- geíi mss aproximada posible de la unidad bibliográfica-, aparte de los por- menores de la mecailografia representativa, ya prácticamente resueltos, no persiste11 sino dos extremos inseguros (siquiera sea porque acarrean el parti- ctilarisn~o cmpiríco y el pseudofriero privativo que rige los diversos catálogos) : la notación inflexible e indecisa, muchas veces jeroglífica para el lector, y la terminolcgía epigráfica inadecuada, poco fiel a la materia textual, verificada apenas en funció~idel grado de cultura del público y-lo que importa tanto como esto-- casi siempre tangente a la órbita de su léxico. Podemos sa!var, en eíecto, cumpliendo las reglas indicadas y con alguna información pertinente, los escollos referentes al autor, al título, al pie de im-. prenta y a la serie. Si el primero no apareciera o se le reputara inaparente, sabemos que e! impreso entrará por el segundo; de no hallarse éste, habrá de acirdirse a Tus fuentes bibliográficas del caso o se le tomará del propio texto. Si en el pie de imprenta no se encontrara el editor financiero, podrá ser omi- tido; la ausencia del año de publicación se indicará con el s. a. y si no hubiera datos de todo este segmento del título se le subrogará, en última instancia, con el consabido s. p. d. i. Cualquier desperfecto o error en la colación es susceptible de indicarse allí eatre corchetes o anotarse y , por lo que toca a la serie, diremos que no presenta sino dificultades de formalidad sutil. Hasta de la nota explicativa o sintética --no de la citativa o entrecomillada-- pode- mos vanagloriarnos los catalogadores incipientes, aun cuando en ella se trate en verdad de algo qlte trasciendc los I:ndes de toda regla mecanográfica po- Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.4, julio-diciembre 1946
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