Fénix 4, 785-812
reunir en una misma persona las profesiones de maestro j 7 bibliotecaria. A la que sirve esta biblioteca la ayudarán, no sólo los alumnos, si110 algunos auxjliare:;, que pueden ser sub-profesionales u oficinistas. SERVICIOS QUE OFRECE. -- Deber, destacarse entre ellos, los si- guientes: a} Lectura. - Pucdcn ofrecerse dos tipos de lectura, dcrztro de la sala destinada a bibIioteca escolar: uno, de carácter recreativo, se realizará en voz alta, a fin de que el lector goce percibiendo el ritmo de u-r poema a compulsando la emoción de un arcumento; otro, de índole estudiosa, se de- sarrollará de ma:>rra silcnciosa y propicia a la atención individual. Puede ser que la maestra tenga contacto más íntimo con los alumnos; pero la bibliotecaria tiene la ventaja de actuar en un campo más libre. Lo que aquélla inicia, ésta lo ahonda; pero si ambas cooperan eficientemente alcanzarán para el niiío el más edelantado progreso. Para dar a cada niño el tipo de lectura que en realidad precisa, deben tenerse en cuenta tres circunstancias: 1~ Reconocimiento de las diferencias individuales. - Se ha dicho que no existen dos caracteres infantiles iguales. Para hallar el que a cada niño corresponde, es niencster fijarse en primer término, en SU edad, entendien- do este vocablo no en sentido cronológico, sino en su acepción mental Lue- go Iiabrá de repararse en su desarrollo físico, que suele influir en sus con- diciones morales y psicológicas. Más adelante, sc examinará su tempeia- mento, inquiriendo por lo que podría llamarse las características liogare- Gas. Desde luego, factor determinante del carácter infantil es el desenvol- vimiento de la personalidad: y así nos encontramos con que esisten niños superdotados, en realidad, geniales, y que los hay, en cambio, sub-normales. 29 Motivación. - Por regla general, los niiios aprenden a leer por impulso propio, acicateados por la curiosidad y el deseo de imitación. Es- tos incentivos fundamentales, persisten durante el transcurso de los años escolares, sumados a otros nuevos, como la admiración, la vanidad, el deseo de hacer y progresar, al anhelo de comprender a la sociedad, el afán de in- terpretar los sucesos y mil urgencias más, invívitas en la naturaleza hu- mana. La guía de lectura aconsejable es aquélla que ofrece títulos vinculados a las urgencias que laten en el intelecto de la criatura. Se produce eriton- ces la motivaci6n, a menudo, en forma incocsciente. Podrian obtenerse acáIogos resultados empleando métodos negativos. como el de prohibir determinada lectura co : ~e% fin premeditado de despertar la curiosidad del iiiño. Mas, si la biblioteca escolar posee coleccionec apro- Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.4, julio-diciembre 1946
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