Fénix 4, 785-812

canzarse, sin interferir los fines educacionales de la biblioteca escolar, sepa- rando todos los libros recreativos y acomodándolos en un salón especial, al que convendría el rubro de "Biblioteca Infantil". Previa catalogaciGn abreviada y clasificación de las colecciones según el esquema decimal seria factible instaurar el servicio de circulación. Como el objetivo de esta biblioteca sería atender al público extra-es- colar, su horario de servicio podría ser independiente del funcionamiento de la escuela y continuaría en vigencia durante los meses de verano. Financiacióri. - Deben distinguirse dos aspectos económicos del pro- blema: el que gravita sobre la biblioteca escolar y el que respecta a la infan- til. Es preciso que el Ministerio de Educación subvencione a aquélla: y en- tonces el producto íntegro de las funciones organizadas por la escuela po- dría destinarse al sostenimiento de la biblioteca infantil. No es aconsejable la tasa fija como derecho de entrada al espectáculo: quizá resultaría mejor situar una alcancía al alcance de los niños dentro de la cual éstos deposita- rían cuanto pudiesen dar en beneficio de su biblioteca: así se realizaria una verdadera colecta pública, con las ventajas inherentes a una mayor pro- paganda. En alguna oportunidad podría intentarse la recaudación, no sólo de di- nero, sino de donaciones de libros. Personal. - Ea administración de la biblioteca escolar puede correr a cargo de los maestros de cada clase auxiliados por determinado número de alumnos; pero el servicio de la biblioteca infantil exige la presencia de una bibliotecaria. SOLLICION PRACTICA. - El problema de organización que afecta a la referida biblioteca puede ser resuelto, prácticamente, de la siguiente manera: Cada una de las colecciones existentes es susceptible de separarse en dos secciones, destinadas, una al servicio exclusivo de lectura dentro del local y otra al de circulación. Aquélla reunirá libros de índole estrictamen- te escolar, bien sean textos adecuados para los alumnos u obras de consul- ta propias para los maestros; ésta se integrará con los volúmenes recrea- tivos. El servicio de circulación funcionará fuera de las horas de clase; bien sea los sábados en la tarde, o los domingos en la mañana. Habiéndose rea- lizado previamente la catalogación Y clasificación del material acumulado, no sería preciso entonces el concurso de una bibliotecaria especializada: cualquier maestro podría sacrificar algo de su tiempo, cumpliendo un tur- no establecido, para atender al préstamo y devolución de obras Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.4, julio-diciembre 1946

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