Fénix 4, 785-812
BIBLIOTECAS I NF AN T I L E S Y ESCOLARES 789 Maestras al alcance de los Niííos, que incluye Historias de Shakespeare, La Divina Comedia, Iiistorias dc Andersen, Historias de Wagner, Don Quijo- te, La Odisea, La Ilíada, El Paraíso Perdido, Los Lusiadas, Ea Araucana, E1 Eazar:llo de Torrnes, La Eneida, Las Mil y Una Noches, Historias de Eurípides, I-listosias de Esquilo, IJlistorias de Sófocles, PSistorias de Aris- tófanes, PIistorias de Lord Byron, El Ramayama, Los Argonautas y mu- chas otras más. A grandes rasgos, puede decirse que una selección conveniente debe- rá reunir cuentos de hadas, cuentos folklóricos, leyendas, fábulas, clásicos literarios incluyendo mitología, La Biblia, Poesía, Biografías, Historia, Via- jes, Ciencias, Técnica, Artes, Revistas y libros con ilustraciones. Concluidas las labores de selección se procede a adquirir la colección de obras infantiles. Al ingreso de cada obra, sigue un proceso tkcnico de preparación, cuyas etapas son: la clasificación, Ia catalogación, colocación de membretes o etiquetas en el lomo de los libros, bolsillos y fichas de cir- culación, y sólo al finalizarse estas tareas queda el libro en condición de ser puesto en manos de la clientela. EL PERSONAL. - Redundancia significaria repetir ahora que el bi- bliotecariado infantil constituye una verdadera vocación. Y es que sólo con mucho afecto por las criaturas y mucha sinceridad, puede la biblioteca- ria infantil llegar a prestar eficiente servicio. "iI-Hay algo en la tierra más tierno que un ni60 leyendo? La inocen- cia e integridad con que el espíritu del niño se rinde ante el libro, su entera absorción Y olvido constituyen para mí una visión que siempre me conmue- ve de una manera extraña. Un nifio na lee para criticar o comparar, sino sólo por la simple alegría de encontrarse a sí mismo en otro mundo. Ver a un muchachito leyendo en la soledad es, para mí, la experiencia que más llega a mi corazón, entre las que conozco. Y detrás de cada niño está el co- razón y el cerebro de alguna maestra o bibliotecaria, que hizo posible que el libro llegara a sus manos. Esta es labor de las bibliotecarias y la profe- sión más grande que yo conozco". (Morley, Christopher. The Child and the book. A. L. A., 1922, citado por Effie L. Power en su obra "Worlc with children in Public Libraries". Chicago, A. L. A., 1943, p. 179). Aparte de esta atracción emocional, tan fielmente descrita por Chris- topher Morley, la bibliotecaria infantil precisa eficiente adiestramiento téc- nico, a Sin de cumplir con éxito su lema de proveer "el libro adecuado al lector debido, en el momento preciso". Los niños suelen ser de condición física alerta, y ser un trabajador lento entre ellos resulta, a menudo, una desventaja; por eso, a la bibliotecaria infantil que conoce y domina comple- tamente sus obligaciones, se le concede la facultad de actuar en forma inde- pendiente, sin que por ello se desvincule de la administración central ni deje Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.4, julio-diciembre 1946
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