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de brindar su oportuna cooperación a cualquier otro departamento que la necesite. Dentro del suyo, la bibliotecaria infantil es una consejera del lector, una activa organizadora y una directora comprensiva, derrochando en su fun- ción iniciativa, energía, imaginación y tacto; todo ello, sumado a una gran dosis de cortesía, paciencia y aptitud para ver las cosas alegremente. Pero sobre todo, debe ser sencilla, afable y cariñosa con su menuda clientela, pues sólo siendo leal con los niños podrá obtener que ellos, en retribución, le otorguen su franca amistad. A fin de mantener e4 ambiente de respeto, interés y belleza que ha de primar en la sala infantil, el resto del personal al servicio del departamento sera cuidadosamente seleccionado, concediéndose primordial importancia a sus condiciones psíquicas. NaturaEmente, los auxiliares de la bibliotecaria infantil podrán ser ele- mentos profesionales Y sub-profesionales, trabajadores de oficina y pajes. SERVICIOS. - Reunida la ecuación de personal y colecciones, pue- de pensarse en instalar los servicios propios de la biblioteca infantil, que en realidad son los mismos que proporciona la Biblioteca Piablica, aunque adaptados a las peculiares condiciones de la clientela del departamento. a ) Lectura. - El servicio de lectura en el departamento infantil im- porta una verdadera guía individual. Al lado del reducido número de ni- 60s que pueden llamarse geniales, a quienes los libros hablan como indivi- duos, existe la inmensa mayoría de criaturas que precisa, de modo impos- tergable, ayuda personal. El primer cuidado de la bibliotecaria consiste en trabar relación amis- tosa con sus nuevos clientes, indagando sus tendencias para conocer las múltiples facetas de su carácter. En seguida, trata de proporcionarles la primera experiencia agradable en su visita a la biblioteca, ofreciéndoles li- bros con ilustraciones y diferentes versiones de los cuentos familiares más comunes: más adelante, ensaya la disertación sin formulismos y el relato de cuentos, hasta que por fin despierta la confianza en el pequeño lector y lo anima a emprender lecturas más difíciles. Sabe la bibliotecaria que no hay caracteres iguales, que cada niño tie- ne gustos diferentes, y que no sólo se guían por intereses naturales, sino por estímulos cultivados. A satisfacer las necesidades espirituales e intelectua- les de los asistentes al departamento, dedica todo su esfuerzo la biblioteca- ria infantil. b ) Formas de afraer a los niños a la lectura. - Utilizando el ins- tinto de sociabilidad tan desarrollado en los niños, la bibliotecaria procura despertarles el interés por la lectura haciéndolos trabajar en grupos. Los Fénix: Revista de la Biblioteca Nacional del Perú. N.4, julio-diciembre 1946
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